En Barcelona, el buen tiempo ya no solo se nota, empieza a vivirse. Empiezan los días largos y las ganas de salir lo invaden todo. La ciudad condal ya funciona a otro ritmo: más ligero, más alegre y con una invitación a una tarde de terraza con amigas.
Aunque encontrar mesa libre puede ser todo un reto, la recompensa lo vale: una azotea con vistas increíbles, copas entre risas y ese aire mediterráneo que convierte cualquier tarde en un planazo. Si tú también estás buscando el lugar perfecto para saborear esta época como se merece en la ciudad, en Vanidad te dejamos una guía con nuestras terrazas favoritas. Porque sí, el calor ha llegado, ¡y Barcelona está más lista que nunca para celebrarlo!
Nuestras terrazas y azoteas favoritas de Barcelona
V de Vermut (Carrer Manso, 1)
Si buscas un plan que combine gastronomía con historia, la terraza de V de Vermut te lo sirve en bandeja. En pleno Paral·lel, este espacio con alma de teatro revive el espíritu bohemio de la zona con una propuesta donde el vermut es protagonista absoluto. Entre luces cálidas, tapas reinventadas (como su ensaladilla con emulsión de mejillones o las bravas versión gourmet) y cócteles que apuestan por lo creativo sin perder la esencia, este lugar se convierte en parada obligatoria.
Su terraza, abierta al bullicio del barrio, pero con ese aire sofisticado que invita a quedarse, es perfecta para tardes largas y noches que no quieren acabar.

Alení (Carrer Nou de la Rambla, 174)
En el corazón sereno de Poble-sec, la terraza de Alení, en el Hotel Brummell, se perfila como uno de los secretos mejor guardados del verano barcelonés. Bajo la filosofía de menos es más, este rincón de la familia FUNKY ofrece una experiencia nocturna tan sensual como sofisticada, donde los sabores de Oriente Medio se encuentran con el producto local sin artificios.
Entre luces suaves, ostras con salsa de piparras o un sucuck sish que despierta todos los sentidos, cada plato es una declaración de placer. Ideal para quienes buscan algo más que cenar al aire libre: aquí se viene a saborear, compartir y dejarse llevar por la noche.

Azimuth Rooftop (Gran Via de les Corts Catalanes, 619, 621)
El Hotel Almanac Barcelona da luz verde a su Azimuth Rooftop, un nuevo concepto de azotea donde arquitectura y astronomía se fusionan para ofrecerte una nueva forma de contemplar la ciudad.
Si la visitas de día, podrás disfrutar de sus cinco exclusivos miradores, distribuidos para admirar los edificios más icónicos de la ciudad, como la Sagrada Familia, el conjunto arquitectónico de las Casas Rocamora, el Edifico modernista de la Unión y el Fénix, el Templo Expiatorio del Sagrado corazón, en la cima del monte del Tibidabo y la Catedral de Barcelona.
Sin embargo, por la noche, Azimuth se convierte en el perfecto oasis urbano donde las estrellas no sólo iluminan el cielo, sino inspiran cada uno de los sorbos de una coctelería de autor única, con ingredientes cuidadosamente seleccionados y creados para los que buscan algo más.

The Roof (Av. de Frances Cambó, 14)
Con vistas privilegiadas al skyline barcelonés y una carta que respira Mediterráneo por los cuatro costados, The ROOF, en la décima planta del The Barcelona EDITION, se consolida como una de las azoteas más deseadas del verano. No te pierdas sus DJ sets al atardecer y su nueva carta, que invita a saborear el día en clave gourmet a través de croquetas con ventresca, hummus con crudités o pulpo con alioli de pimentón.
Todo, por supuesto, maridado con cócteles de autor tan creativos como sostenibles y una selección de mocktails que elevan el arte de brindar sin alcohol. Una terraza para quienes disfrutan la ciudad desde las alturas… y con mucho estilo.

La terraza del Pulitzer (Carrer de Bergara, 8)
Esta azotea es ese lugar donde el tiempo se detiene y el vermut cobra todo el protagonismo. Con vistas al cielo de Barcelona y una atmósfera relajada pero con mucho ritmo, esta terraza se convierte en el hotspot definitivo para el tardeo. Durante la semana, los cócteles de autor y los bocados street food mandan, pero los fines de semana… sube el volumen.
El ya mítico «Vermut del Pulitzer» regresa con nueva carta y sesiones de DJ con vinilos, perfecto para saborear el sol del mediodía con ritmo y sabor. Porque aquí, cualquier excusa es buena para brindar.

Ajoblanco (Carrer de Tuset, 20)
Ajoblanco es uno de esos lugares que lo tiene todo para alargar la tarde sin mirar el reloj. Ya sea para un vino al caer la tarde, una cena compartida bajo las estrellas o unos tragos con DJ en vivo, este rincón de la ciudad se convierte en el plan perfecto para quienes buscan sabor y buena música en un mismo enclave.
¿Un imprescindible? Su cocktail Bellota Sour. Palabra.

Terrat (Passeig de Gràcia, 38-40)
Elevándose sobre el corazón de Barcelona, está la azotea joya del Mandarin Oriental, que ofrece una experiencia que va más allá de lo gastronómico. Desde su atmósfera de calma elegante, este exclusivo rooftop invita a saborear la ciudad desde las alturas, con una carta firmada por el chef Gastón Acurio, fusionando sabores peruanos con los del Mediterráneo más refinado.
Sin duda, una terraza para dejarse llevar.

Torre Rosa (Carrer de Francesc Tàrrega, 22)
En una casa indiana que ya es icono del barrio del Congrés, Torre Rosa es ese rincón con alma donde la coctelería se convierte en arte. Desde 1987, este oasis urbano con jardín ha perfeccionado la mezcla entre tradición e innovación, ofreciendo combinados que sorprenden por su equilibrio, calidad y creatividad. Sin reservas y con una terraza que respira historia y frescura, es el lugar perfecto para dejarse llevar con un buen cóctel (o varios) en buena compañía.
Y si tienes suerte, quizás coincidas con uno de sus talleres de coctelería… porque aquí, el disfrute siempre se agita con conocimiento de causa.

Dos Cucharas (Vía Augusta, 201)
En Dos Cucharas te encontrarás con una explosión de sentidos continua. Marcos Pujadas y Patricia Cobas firman su experiencia gastronómica, que promete ser íntima y elegante, con una cocina que honra la tradición desde una mirada contemporánea, sin artificios.
Todo ello enmarcado por una espectacular terraza cubierta que asoma a un jardín interior de ensueño, perfecta para cenas al aire libre, eventos privados o, simplemente, para regalarse el placer de comer como en casa, pero mejor.

Barraca (Pg. Marítim de la Barceloneta, 1)
Palabra de redactora: si buscas verano en estado puro: mar, brisa salada y arroces con alma frente al horizonte azul de la Barceloneta, Barraca es tu sitio. Este templo del sabor mediterráneo rinde homenaje al producto del mar con recetas honestas, donde la brasa se convierte en protagonista para aportar un matiz ahumado inconfundible a cada arroz.
Su ubicación privilegiada, con doble terraza —una a pie de arena y otra con vistas panorámicas— lo convierte en el lugar perfecto para alargar la sobremesa con una copa al atardecer. Todo en un entorno luminoso, cálido y natural, donde el Mediterráneo se vive con los cinco sentidos.

Agua (Pg. Marítim de la Barceloneta, 30)
A pie de playa, con una terraza que roza la orilla y una cocina honesta, este clásico barcelonés enamora con arroces al carbón y sabores que huelen a verano. Agua es ese rincón atemporal donde el Mediterráneo se saborea sin prisas. Entre el bullicio dorado de la Barceloneta, el restaurante nos ofrece un respiro de serenidad, ya sea desde su terraza principal frente al mar o en Agüita, su espacio más íntimo para momentos compartidos.
Un imprescindible que encarna la autenticidad de la costa catalana en cada plato.

Lucía Martínez Rubio @luciamartinezrubio
Imágenes: Cortesía de los establecimientos.