Si ya te has olvidado de aquellos primeros e insufribles cubatas de tu adolescencia –de Malibu con piña, o de Licor 43 con lima- y has aprendido a distinguir la turba de un buen whisky de malta, sabrás que el cóctel perfecto es difícil de conseguir. Caben muchas preguntas en su preparación: ¿Cuándo utilizar el hielo?, ¿de qué material deben ser los utensilios?, ¿qué tipo de ingredientes usar?, ¿cómo acertar con las medidas? En las siguientes líneas encontrarás el decálogo definitivo.

1. Mezclado, no agitado –y con cabeza-

Es importante saber lo que quieres. Tenlo presente también a la hora de hacer cócteles. Y de paso, no te agites tú. Aplícate con calma y paciencia en el noble arte de la mixología. Tu paladar lo agradecerá. Pacharán Zoco insiste en que todos los ingredientes que utilices; licores, zumos o frutas, deben ser de primera calidad. También es preferible emplear las cantidades indicadas y no otras, para no alterar el sabor de la composición. Las tres pintonas recetas que propone son de sobresaliente.

2. Continente y contenido

Contenido y recipiente son dos elementos fundamentales. Hay que ajustarse a la fórmula y la dosis indicada, acuérdate, ya que cada receta está pensada para obtener sabores, olores y colores armónicos. Además, el modelo de copa o paso que se señala debe ser el utilizado. Cada bebida se sirve en un recipiente determinado, lo que permite medir la cantidad exacta de acuerdo con la graduación de todos los ingredientes. Ten un mueble-bar a punto. Bastarán unas botellas: con whisky, ginebra, vodka, tequila, ron y un par de licores puedes elaborar muchas cosas. Súmale a todo esto bourbon, vermú dulce y seco y algunos elementos para mezclar, como ginger ale o limón, y deja salir al maestro coctelero que hay en ti.

3. La coctelera

Si practicas con las medidas, la mezcla, el agitado y pones algo de maña al asunto, acabarás haciendo buenos cócteles. Además de la clásica coctelera, hay otros utensilios básicos que te ayudaran a preparar combinados en condiciones: un mixer o jarra mezcladora, un jigger o medidor, un colador de gusanillo, una cucharilla larga y trenzada, un mortero, unas pinzas…

4. Hielo hielo bebé 

Es probablemente el ingrediente esencial de un cóctel. No te pases ni te quedes corto. A la hora de elegir el hielo, las opciones son infinitas. Se utiliza de varias formas. Para refrescar: el que se emplea únicamente para enfriar la bebida. Se revuelven el hielo con los ingredientes en el vaso mezclador y solo se cuela el líquido. Batido: en una coctelera se mezclan el hielo y los ingredientes con movimientos fuertes. Cuando el agua se empieza a condensar por fuera es que el trago está lo suficientemente frío. Congelado: hielo triturado. Se prepara antes de la mezcla. On the rocks: el más fácil. Se echan los cubitos uno a uno en el vaso y se agregan las bebidas según su graduación alcohólica, de mayor a menor.

5. El plus

Si te has preguntado alguna vez qué demonios beben Don Draper y el Gran Lebowsky, habrás dado con el maravilloso mundo de las aplicaciones de coctelería para móviles. Siempre puedes echar mano de una ayudita. Hay miles, pero quizá con estas tres te baste y te sobre. Cocktail Flow: Con recetas bien presentadas, permite guardar un inventario de bebidas e ingredientes. Gratis. Es una de las apps más famosas entre bartenders. Mixology: A la atención de los expertos. Puedes elegir entre 7.900 recetas de bebidas y más de 1.300 ingredientes. Gratis. Cocktails#8: Para que cuides los detalles. Con guía sobre básicos, cristalería, tipos de escarchados y decoraciones… Todo, y más, por 2,99€.

 

 

Alejandro Bernad – @alejandrobernad Imágenes: Pinterest