Después de las doce campanadas del 31 de diciembre, el contador vuelve a estar a cero. Y con ello, las ganas de dejar atrás ciertos episodios, de abrir muchos nuevos y de continuar con otros. El inicio de un nuevo año supone un punto de inflexión para muchos. Es una oportunidad para pararse a reflexionar sobre qué cambios quieres hacer en nuestra vida y aquí llega el tópico de los Propósitos de Año Nuevo. Cualquier momento del año debería significar una oportunidad para modificar aquello con lo que no te sientes a gusto, para añadir rutinas nuevas a tu vida o para sacar a la luz una mejor versión de ti mismo. Pero es cierto que a veces cuesta un poco. Por ello, el comienzo de un nuevo año siempre es un impulso mayor para lanzarte a poner en marcha esos objetivos pero sin cometer errores típicos. Algo muy común que tendemos a hacer es ponernos objetivos muy atractivos pero difícilmente alcanzables, como por ejemplo, ir al gimnasio durante dos horas cinco días a la semana. Si antes no estabas habituado a eso, lo más seguro es que dures la primera semana y pierdas la motivación. Nos ha pasado a todos alguna vez. Es necesario tener una lista de metas realistas y, aconsejablemente, de corto plazo. Pero, sobretodo, saludables. De manera que la lista se vaya renovando según vayas tachando tus metas. Para que te hagas una idea de una lista recomendable, a continuación puedes leer algunos propósitos para el 2018:
- Estar más activo, caminando 10.000 pasos al día.
Cada vez se habla más de que la media recomendada para estar sano es llegar a los 10.000 pasos al día. Además, actualmente, la mayoría de los smartphones cuentan con un contador de actividad en el propio teléfono y si no, hay infinidad de apps que cumplen con el cometido, así que ya no hay excusa. Es más sencillo de lo que parece buscar tan solo una hora al día para salir a andar y tu cuerpo lo agradecerá.
- Eliminar alimentos procesados de nuestra dieta.
Alimentación y ejercicio van de la mano. Preocúpate un poco más por lo que metes en la cesta de la compra, lee atentamente los ingredientes y escoge lo mejor para ti.
- Dedicarte, al menos, una mañana o una tarde completa a ti mismo
Dándote un baño relajante, aplicándote una mascarilla facial o simplemente escogiendo aquella actividad que te apetezca realizar en ese momento. Escúchate y mímate... Por lo menos, una vez a la semana.
- Toma nota
Haz una pequeña lista diaria con aquello que quieres hacer o conseguir cada día. Prioriza y céntrate en lo importante.
Y recuerda: siempre siendo realista.
Marina Niemietz -