La vida no es fácil, ya lo sabemos. Por eso, hay ciertos inventos por los que debemos estar muy agradecidos; gadgets (what?) y aplicaciones increíbles que simplifican nuestro día a día y nos alegran la existencia... También a la hora de ligar ;) Si el siglo XXI ha querido que no necesitemos vestirnos un domingo por la mañana para bajar al súper a comprar leche y que podamos pedir directamente el café a domicilio a través de mensajeros, ¿cómo no iba a dar con la solución perfecta a los típicos problemas sentimentales de toda la vida? Badoo, la aplicación de citas más grande del mundo, con más de 370 millones de usuarios registrados, resuelve los conflictos del corazón hoy, en tiempos de redes sociales e hiperconexión. Los resuelve porque, gracias a ella, no tenemos por qué fiarnos del dudoso criterio de nuestra amiga la Celestina (“Conozco a unx tíx…”) y hasta podemos iniciar una relación con su ex (por la falta de tino) sin que se entere, mediante el móvil. Nos salva de un montón de terribles experiencias a la hora de igar, desde luego. De las malas citas sugeridas por algún amigo común, o del desasosiego de ver a alguien todo el tiempo y no saber cómo localizarlo… Os habrá pasado.

Horror 1: Te enamoras a primera vista y desaparece

Estás una noche por ahí de fiesta con tus amigas y de repente te enamoras. Lo ves y sientes el flechazo. O eso crees. Corres en su búsqueda. Subes, bajas, sales, entras. Y nada, ha desaparecido. No sabes cómo se llama ni dónde vive (y te interesa) y tus colegas no te puede ayudar. Badoo es la solución. Sí porque con la opción ‘Os habéis cruzado’ podrás ver las personas con las que has coincidido en algún lugar o con las que te has cruzado por la calle ¡incluso días después! A la mañana siguiente, de resaca, tranquilamente, haces searching y listo.

Horror 2: Tu amiga rompe con ese novio del que estás enamorada

Una conocida tuya y su novio rompen (ya sabemos que el pacto entre amigas sobre exes implica el jamás dirigir la palabra al ex novio de alguna de ellas). A ti él siempre te ha caído bien. Siempre te ha gustado, de hecho. No quieres perderle la pista pero no tiene Facebook. Y si preguntas por su número y se te ve el plumero… ¡Badoo! Seguro que tiene y si no, espera un par de días porque se hará un perfil pronto. Puedes hablar con él sin levantar sospechas. Después ya, de perdidos al río. El acercamiento es clave y fluye mejor si no hay terceras personas involucradas. ¡Además siempre podrás decir que todo fue una casualidad! Y luego contarás eso de que fue el destino quien os unió…

Horror 3: Tus amigas te quieren emparejar con gente totalmente diferente a ti

Cupido de medio pelo. Un amigo te habla de una chica soltera “muy afín a ti” que ha conocido. Tiene tu edad, habéis estudiado la misma carrera y sois humanos; esas son las tres únicas cosas que tenéis en común. Qué ojo. Qué gran cita. Encuentra a tu media naranja en el concierto de tu grupo de música favorito. O en un mitin político (a saber) o viendo una peli checa en versión original en el cine independiente de tu barrio. Abres Badoo y miras qué chicos tienes alrededor. Y oye, más afinidad que con los tíos que te presentan tus amigas seguro que tienes. Badoo nos salva de un montón de terribles experiencias, como veis. Y, eh, tenedlo claro. Más pronto que tarde la mayor parte de las parejas que habitan el mundo dirán: “Nos conocimos en una dating app”.

 

Redacción Vanidad - @vanidad