El
Dcode Festival junta en un mismo recinto a desatadas púberes corriendo como locas para no perderse uno de los “hits” de
Supersubmarina (uno de esos grupos engañosos, con supuesta actitud “indie” pero resultados absolutamente ñoños cercanos a La Oreja de Van Gogh) y a treintañeros disfrutando con atención y mesura de los a veces retorcidos y otras veces asequibles
dEUS. Vamos, lo que se dice un popurrí en toda regla. El problema es que al querer contentar a todo el mundo te puedes quedar en un término medio un tanto desorientado.
Eso precisamente es lo que le ha ocurrido al festival Dcode en esta su segunda edición. Una programación a medio camino entre el
mainstream de
The Killers o Supersubmarina y la sugestiva línea marcada por bandas que van por otros derroteros más arriesgados o menos manidos como
Django Django o dEUS. Todo sazonado con apuestas seguras de reconocido prestigio, como
Sigur Ros. Este término medio puede jugar a favor de la organización, que se asegura un amplio espectro de público, pero al mismo tiempo despoja al festival de personalidad propia por no seguir una línea y criterio definido.
Además, con esta marcada diferencia estilística, hubiese sido de agradecer tener alternativas a los que -por ejemplo- les interesa tres pimientos la épica de estadios de The Killers o la brutalidad sónica de
Lüger. La alternancia de conciertos en los dos escenarios hace que uno se vea obligado a presenciar grupos que no le interesan o a estar un buen rato sin ver actuaciones en directo. Lo que coloquialmente se denomina “cortarrollos”.
Ahora lo bueno:
lo más interesante tuvo lugar en el escenario Heineken, el más pequeño de los dos, en el que la cosa patria tuvo mucho protagonismo:
Triángulo de Amor Bizarro con su habitual (y brutal) muro de sonido,
Fira Fem y su burbujeante y psicodélica electrónica,
Cápsula con su rock
noise contudente y
Lüger con su apabullante
krautrock. Una muestra de que los grupos españoles están a la altura y que pueden “competir” e incluso superar a las mimadas y muchas veces sobrevaloradas apuestas internacionales.
También en este escenario pudimos disfrutar de dos propuestas de tintes electrónicos bailongos que fueron gratas sorpresas venidas de fuera:
The Shoes y Capital Cities. Quizá en este escenario, en vez del principal, debieron estar dEUS, un grupo que gana con la cercanía.
El escenario Dcode se les quedó un poco grande y su repertorio se habría lucido más en un espacio más íntimo . ¿Si tuviera que elegir dos momentos del festival?
Django Django y sus contagiosos ritmos, juegos vocales y melodías (muy en la línea de The Beta Band) y la
siempre mágica liturgia de Sigur Ros.
Un festival caracterizado por una heterogénea selección del panorama musical nacional e internacional, para todos los gustos. Hemos condensado en una
playlist lo que ha sonado durante este fin de semana y un vídeo con píldoras de grandes momentos "indie rock", entre ellos
Luke Pritchard, vocalista de The Kooks, cantando a dúo con Mark Foster de Foster the People su primer gran tema "Pumped up Kicks" y
The Killers -que por cierto, no permitían fotógrafos en el foso-, pre
sentando el tema "Miss Atomic Bomb", del disco
"Battle Born" que saldrá mañana a la venta.
Dcode Festival 2012
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=Eaf2ZEUZ05w[/youtube]
Por J. Rodríguez
Vídeo por A. Cámara