Tom Weston-Jones trae "Copper" a España
La serie "Copper" se estrena este jueves 25 ver por primera vez en España a través del canal "FOX Crime", a las 11 de la noche. En lo que se está convirtiendo en una actividad cada vez más frecuente para presentar productos televisivos, la cadena llevó al protagonista de la serie, Tom Weston-Jones, a Madrid.
La trama nos presenta a un policía, Kevin Corcoran, en las calles de Nueva York en 1864. Concretamente nos traslada al distrito de "Five Points". Allí se moverá en un ambiente hostil, encargándose de resolver crímenes y buscar culpables. En la serie también participa la actriz Franka Potente, conocida por su papel en "Corre, Lola, corre". Es un proyecto importante, se trata de la primera serie original que la "BBC America", filial del conocido canal inglés, produjo íntegramente para su difusión en Estados Unidos.
El encuentro con la prensa ocurrió en el hotel NH Palacio de Tepa. Tras unos minutos de demora, el protagonista apareció para una entrevista personal. "Espero que no hayas tenido que esperar mucho rato", comentó al llegar. Un detalle propio de un actor consciente de que aún no es muy conocido. Al verlo llama la atención su figura robusta, probablemente fruto del entrenamiento de boxeo al que se sometió para preparar su papel. También su actitud ante las preguntas, se muestra interesado, calmado y sus respuestas dejan claro que su carrera todavía está empezando. A Tom Weston-Jones aún le fascinan muchas de las cosas que pasan en los sets y tiene clara su necesidad de mostrarse profesional.
¿Qué puedes contarnos de tu personaje en “Copper”?
Kevin Corcoran es un ex-boxeador, un inmigrante irlandés que se crió en las calles de Nueva York. La serie comienza con él buscando a su mujer y su hija. Acaba de volver de la guerra civil. La historia trata sobre él intentando que Manhattan no explote, que no se derrumbe.
¿Te documentaste a la hora de preparar tu personaje?
Si, hice un montón de labores de documentación. Leí todos los artículos que pude en periódicos de la época. También me entrené mucho físicamente, hice boxeo mientras me encontraba en Toronto. Pero sobre todo leer, así cuando llegas al set tienes la seguridad de que vas preparado y has hecho todo lo que pudiste para meterte en el personaje.
Eres un inglés intepretando a un inmigrante irlandés en Estados Unidos en 1964. ¿Tuviste problemas para elegir el acento que utilizarías en la serie?
Sí, fue algo difícil al principio. Porque quería que el acento fuese irlandés, pero un aspecto que es importante en la serie es que Corcoran está todo el rato rodeado de gente muy diversa: americanos, chinos, irlandeses, alemanes... En aquellos tiempos Manhattan estaba llena de gente que no era americana, así que su acento debería de ser una mezcla de muchas cosas. Claro que, realmente, es lo que el acento americano es. Así que trabajé con el entrenador para la serie, lo que fue excitante pero a la vez algo aterrador.
¿Por qué crees que hay hoy en día tantas series que tienen lugar en el pasado?
Creo que esas series son tan exitosas porque a la gente le interesa mucho mirar hacia el pasado y el futuro. Tiene algo que ver con las raíces, con saber de dónde venimos. Al observar el pasado nos damos cuenta de que las cosas no han cambiado tanto, que la gente era igual, estaba motivada por las mismas cosas y quería lo mismo.
¿Qué eventos del presente podrían constituir una buena serie de época en el futuro?
Pues supongo que todo lo que tenga que ver con Irak o Afganistán, con el terrorismo... Me encantaría que tuviese que ver con el fin de McDonnalds. Sería una serie de época muy divertida.
En el piloto parece que tu personaje y el de la actriz Anastasia Griffith van a tener una historia de amor, ¿qué nos puedes contar sobre ello?
No puedo revelar mucho. Pero creo Corcoran tiene varios intereses. Él la usa en algunos aspectos, pero también se apoya en ella. Al mismo tiempo la ve como algo inalcanzable, la considera muy perfecta y moral.
¿Ves alguna otra serie de televisión?
Sí, claro. Hay ciertos shows americanos que me encantan, como Breaking Bad. Y en Inglaterra hay también muy buenas series. Por ejemplo, “Missing” o “Parade’s End”. En los últimos años se han hecho cosas muy interesantes como la miniserie “Red Riding”, con Andrew Garfield y Sean Bean. Soy fan de esos productos pequeños y, en el futuro, me encantaría participar de algo así.
¿Es divertido vestirse de época para la serie?
Sí. En realidad, estoy celoso. Porque en la serie sólo tengo la oportunidad de vestir un único traje. Todo el rato aparezco con el mismo atuendo porque tengo que ser fiel a la época, y no había suficiente dinero. Y luego ves a Kyle Schmid, que interpreta a Robert Morehouse, un aristócrata , y tiene un atuendo distinto cada día.
¿Qué ha sido lo más raro que te has puesto?
En realidad un esmoquin. Mi personaje tiene una naturaleza muy libre y salvaje. Y de repente, se ve muy apretado en esa prenda.
¿Qué es lo que tuviste que trabajar más a la hora de comenzar a rodar “Copper”?
El hecho de trabajar en una serie de televisión. Es un proceso muy largo, alrededor de seis meses. Y, en ese tiempo, pasas por muchas cosas. Tienes que estar concentrado y dedicado a ello.
Pero, tenías algo de experiencia en la televisión, porque trabajaste en la miniserie “Un mundo sin fin”, secuela de “Los pilares de la tierra”.
Sí. Ese fue un rodaje muy diferente. Era muy contenido. Con un solo director, Michael Caton-Jones, mientras que en Copper tenemos como cuatro. Él era increíble, muy dedicado, su vida fue durante 8 meses sólo el rodaje. Es muy interesante la visión que tiene a la hora de crear un plano, o a la hora de recrear un pueblo. Cuando pude ver el resultado, me sentí muy honrado de haber participado en algo así.
¿Cuándo te diste cuenta de que querías ser actor?
Bastante tarde. Fui a la universidad a estudiar Teatro y más tarde a la escuela Bristol Old Vic. Pero me llevó tiempo sentirme cómodo conmigo mismo y seguro como para poder decidir que quería ser actor y dedicarme a ello. Me costó darme cuenta de que era algo importante para mí. Porque, al final, la razón por la que quiero dedicarme a ello es que me interesan las personas, y cómo de maravillosas y extrañas pueden ser. Sé que suena algo vulgar, pero es así.
Si tu carrera como actor se terminase mañana, ¿a qué te dedicarías?
Creo que me convertiría en bombero. O quizás mejoraría con la guitarra y el saxofón y montaría una banda. Algo así.
Por Andrés G. Menéndez