Inma Cuesta y Alberto Ammann son los dos protagonistas de "Invasor", la última y robusta película de Daniel Calparsoro, y antes de su estreno desvelamos cómo ha sido para ellos encarnar a estos personajes. En la web te adelantamos un making of de la entrevista y la sesión de fotos,  pero siempre puedes encontrar más información sobre los actores dentro del número de noviembre de Vanidad.

Alberto e Inma se conocieron en una serie de televisión hace años y la complicidad casi insolente que demuestran es la respuesta a tiempo de amistad entre ambos. No se veían desde que terminó el rodaje y saben que no tienen mucho tiempo para ponerse al día. Ella se marcha a un programa de televisión para seguir con la promoción de la película, la tercera que estrena este año. Él volverá a casa a prepararse el guion de su nuevo proyecto, a las órdenes otra vez de Calparsoro. Éxitos como los suyos se pagan con una vida casi siempre a la carrera pero siempre están dispuestos a contarte sus cosas entre posado y posado, antes de que la cámara haga clic. En el guión de "Invasor", adaptación de una novela de Fernando Marías, Alberto encarna a un médico militar destinado en Irak durante la guerra. Tras volver a casa con su hija y su mujer, Inma, el protagonista se enfrenta al eterno dilema de todo thriller bélico/político: elegir entre la protección de su familia o contar la verdad. A Inma le persiguen los personajes fuertes, con personalidad. Alberto querría hacer una comedia de humor absurdo. Cada uno a su manera, los dos van definiendo sus carreras. Tras sus populares apariciones en series televisivas ("Amar en tiempos revueltos", "Águila Roja") y la participación en diferentes películas, estos treintañeros guapos y exitosos también prueban suerte con otros negocios, cada uno ha montado su propio bar "por lo que pueda pasar", advierte un precavido Alberto, y al margen de que les permite más independencia y autonomía para seguir experimentando dentro de su carrera.   Aquí os dejamos el prometido making of. Ya  veréis, os dejará alucinados cómo la complicidad de ambos es tan real que salta de la pantalla a las páginas de Vanidad con la misma fuerza.   Texto: David Marcial Fotografía: Cristina López