Y llego el día en que alguien dijo: los graffitis también son arte. No se sabe cómo, cuándo, ni dónde fue, pero sí el motivo, y esto se hace real con exposiciones como la que nos ofrece el graffitero Neko. Con "Capital Ilegal", que se inaugura hoy en Madrid en la galería Fernando Herencia, la parte más underground de la ciencia del dibujo es palpable gracias a Neko. Sus antecedentes, y quizás actuales, bases callejeras hacen de su obra un soplo de aire fresco. Cuando la rebelión, plasmada en cualquier soporte, se convierte en obra de culto, hay que mostrárselo al mundo, y ya que lo efímero del arte callejero no nos deja disfrutarlo plenamente, la idea de trasladarlo a una galería, es la forma más placentera de deleitarse con ello. Conocer a Neko es complicado. Su personalidad, a primera vista caótica, se traduce fielmente en sus obras. Las ganas de gritar, de decir que no le gusta lo que ve nos transmite su inquietud social. Un ejemplo de ello es la performance que llevará a cabo durante la muestra: Los asistentes podrán ver transformado su dinero en otro billete intervenido por el artista, el resultado será reintroducirlo en el sistema financiero (o si lo prefieres quedártelo) en cuanto sea detectado se destruirá, al igual que el trabajo de estos artistas en la calle. Otro ejemplo de su inconformidad es la intervención que ha hecho, junto a otros artistas del gremio (Mutants, 3ttman, Spok, E1000ink, Por Favor y Wolf) en el abandonado edificio de Plaza España, ocupado y "redecorado" al gusto de los que lo habitan. Un soporte enorme para expresar lo que quieren y con las mejores vistas de Madrid. Desde esas alturas, y con la policía en los talones, le preguntamos a Neko ¿quién dijo miedo? Video: Falansh   Lucía Fernández Alonso (Luceral)