Beyoncé es puro show, eso lo sabemos todos. "I Am... Tour", su tercera gira mundial, ha pasado por América del Norte, América del Sur, Europa, Japón, Australia, África y Asia. Ahí es nada. Más de cien shows que tuvieron lugar en distintas ciudades de, ni más ni menos, treinta países. Ahora, recién iniciada su cuarta gira, la promotora de Knowles ha tenido que añadir ya un espectáculo extra en Amsterdam -con 113.000 espectadores-, un espectáculo extra en Amberes, dos shows adicionales en Londres y una tercera fecha en Mánchester debido a la gran demanda. Y en estas mini anarquías musicales que son los conciertos, a veces las cosas no salen como uno espera -para bien o para mal-. Beyoncé debe estar curada de espanto, y nosotros, una vez vistos estos bizarros vídeos, también dejamos de estarlo. Claro que ya sabéis lo que dicen; Show must go on.  Una brisita acariciando tu melena va estupendamente con una canción como "Halo", pero Beyoncé no estuvo muy despabilada poniéndose tan pegada a este ventilador. Docenas de guardaespaldas, manager, promotora, agente, técnicos de luz, de sonido... Todos asistiendo a la cantante para liberar su melena. Un cacharro de cobre y chapa te destroza el momentazo.  La reacción de tus fervientes admiradores no está en tu mano. O sí. Porque la verdad, ¿cómo pensó Beyoncé que iba a cantar esta pobre chica viendo a su ídolo desde tan cerca, tan guapa y con tal chorro de voz? Chapó por ella, que ni corta ni perezosa, intenta ponerse a su nivel dejándonos atónitos y un poquito más sordos. Mayor susto que el de la diva frente al ventilador se llevó este chico, que tras tocar el cielo tiene que ser recogido por sus amigos, quienes, seguramente, también tengan que contarle su hazaña por ciertas lagunas venidas de los daños colaterales. Es lo que tienen largas horas de cola, los nervios, y esos golpes que te acompañan desde que entras por la puerta del estadio. Ser fan debería de estar remunerado. Otros merecen compartir escenario y además remuneración, como este chico. Porque ver que Beyoncé pone cara de "¿pero esto qué es?" (para bien) al oír tu voz es como mínimo una anécdota que contar a tus nietos. Quién sabe, quizá de esta bonita coincidencia nazca un colaborador para su próximo hit. O mejor, un sucesor que le robe el puesto a Jay-Z. Anécdota que sí podrá contar Knowles a sus nietos es la próxima, donde se ve a Beyoncé recibiendo un kit-kat lanzado por sus fans que debieron verla bajo mínimos tras dar a luz. Eso sí es amor del bueno. Lo mejor de todo es el comentario hecho en el vídeo de la propia compañía Kit-kat: "Great work! She looked like she needed a break". Como veis, uno nunca sabe lo mucho que puede dar de sí un concierto. Cálzate tus sneakers más cómodos, ármate de valor, y ve haciéndote a la idea de que los conciertos sin pequeños sufrimientos no existen. La recompensa, claro está, suele merecer la pena. Por cierto, ¿os habéis dado cuenta de que todos estos momentazos han ocurrido mientras canta "Halo"? Dios sabe lo que pasó cuando se arrancó por "Single Ladies".   Alejandro Bernad Perié