Inés Garp
Una casa con vistas en Lisboa
Un antiguo taller abandonado se convierte en un hotelito con . Si viajas a Lisboa gracias a Casa das Janelas com Vistas te sentirás un huésped muy especial.
En pleno Barrio Alto de Lisboa dos emprendedoras enamoradas de la ciudad encontraron un edificio en desuso, y lo convirtieron en el hotel de sus sueños. Era un antiguo taller de cestería y ahora es una coqueta casa de huéspedes con un estilo singular y ecléctico, como la ciudad que lo alberga.
Casa das Janelas com Vista es más que un hotel, es un punto cultural de encuentro, un lugar para exposiciones, presentaciones, libros etc… Estas dos catalanas idearon un alojamiento diferente, una original casa portuguesa donde te sientes lisboeta durante tu estancia. Una casa donde , además de relajarte y descansar, vivir una experiencia única. Espacios que ofrecen la oportunidad de compartir momentos con otros huéspedes alojados en una ciudad para enamorarse.
Carmen y Natalia estuvieron dos años dedicadas a la reforma y decoración de este viejo inmueble de espectaculares vistas. Realizaron una rehabilitación conservadora, respetando la antigua estructura. La fachada mantiene el aspecto tradicional de las casas del Barrio Alto, con grandes ventanas, balcones y revestida con preciosos azulejos esmaltados.
En el interior eligieron cada detalle personalmente. Viajaron para encontrar los objetos deseados. Rescataron antiguas piezas de mobiliario que supieron combinar. El resultado, una casa cuidada y acogedora cuyo estilo se mueve entre lo retro, el diseño más actual y ese peculiar aire decadente propio de Lisboa.
Doce habitaciones dobles y tres suites familiares, cada una con su propia y singular decoración. Todas luminosas y con cálida tarima de madera en el suelo. Han cuidado cada rincón de manera que cada invitado se sienta especial en su espacio único.
En este hotel se desayuna en familia y en la cocina, que es abierta e invita a ser usada por los propios huéspedes. Entorno a una única gran mesa central los invitados se conocen, conversan y degustan productos portugueses. Junto a ella una espaciosa sala de estar, luminosa y desenfadada. Un punto de encuentro donde descansar, leer y compartir experiencias con el resto de los habitantes de la casa.