Con media docena de músicos, dos coros y por supuesto, dos inevitables ventiladores, ayer por la noche actuó Selena Gomez en Madrid, gracias a la fabrica de música hispana Live Nation. El concierto brilló por una interprete honesta, limpia y directa, con una voz cuidada y poderosa y una estética sin complejos after Disney, vamos un relajo y abismo de frescura, en la inevitable comparación con la zarapastrosa Cyrus. La latina, a pesar de no hablar ni papa de castellano; Sr Gomez por favor, en casa hay que hablar las dos lenguas; se entregó a sus acaloradas fans y con tan solo un par de cambios, monocromos y austeros, que dejaban relucir sus doradas piernas y una puesta en escena bien sencilla, demostró que engancha con las pre adolescentes y que tiene mucho que decir, además de haber sido la ex del pipiolo Biebers. Habrá que estar muy atentos a esta muchacha y esperemos que siga así, naturalmente... Gomez. Texto y fotos Emilio Saliquet