Habiéndose anunciado hace pocos días la renovación por una tercera temporada, es un buen momento para engancharse a la serie The Newsroom, máxime cuando su entrega inicial acaba de salir a la venta en nuestro país este verano. Viéndola, uno puede extraer varias conclusiones. La primera es que la HBO no emite una mala serie ni de casualidad (ahí están The Wire, Los Soprano, Juego de Tronos…). La segunda; su creador y guionista, Aaron Sorkin, tiene un innegable talento juntando palabras (le avalan su Óscar por The Social Network y su anterior gran hito televisivo, "El Ala Oeste de la Casa Blanca". Y la tercera, esta serie debería ser de obligada consulta en todas las facultades de Periodismo y redacciones de medios de todo el mundo.
Jeff Daniels en Jeff Daniels en "The Newsroom"
Porque "The Newsroom" es un dramedia (mezcla de drama y comedia) que sumerge al espectador en los avatares personales y profesionales del staff de un informativo nocturno que decide olvidarse del circo de la audiencia para centrarse en su responsabilidad de cara a la sociedad. Así, por sus primeros diez capítulos, desfilan sucesos de 2010 y 2011 ya por todos conocidos: el desastre de la plataforma petrolífera de BP en el Golfo de México, la polémica ley inmigratoria de Arizona, la revuelta en Egipto contra el (ex)presidente Mubarak, el desastre nuclear de Fukushima, la muerte de Bin Laden, la crisis del techo de deuda…Hechos que escena a escena nos permiten descubrir la personalidad y la profesionalidad del mordaz y carismático presentador-editor Will McAvoy (un Jeff Daniels simplemente sensacional) y de todo su joven equipo, quienes se esfuerzan por recordar, a un lado y otro de la pantalla, que el buen periodismo no es sólo decir la verdad, sino también atacar la mentira y ser la molesta voz de la conciencia para esas personas tan acostumbradas a olvidarla que reciben el nombre genérico de “poderosos”. Porque el periodismo, más que una profesión, es un ejercicio de honradez, una responsabilidad. Así, "The Newsroom" es una serie más verosímil que realista pero siempre amena e inspiradora que está tan hábilmente construida que las historias personales de sus personajes logran interesar tanto como la cobertura informativa de los diferentes acontecimientos y la deontología profesional derivada de ella. Si a eso le añadimos su más que solvente reparto, su impecable calidad técnica y unos diálogos ingeniosos y frecuentemente brillantes, esta serie se convierte en un excelente pasatiempo para olvidar esos telediarios llenos de bustos parlantes que despachan con robótica afectación las más dispares noticias, quizás pensando que al otro lado del televisor sólo hay vacas pastando. En resumen, a quien le gusten las series bien hechas y el verdadero periodismo, "The Newsroom" sólo le traerá buenas noticias. Javier Crespo Cullell