Ya con 6 años su belleza deslumbraba y la Silverstone se hizo sus trabajitos como modelo infantil. Llegó a la tele en 1992 a través de "Aquellos Maravillosos Años" y al cine un año más tarde por "Veneno en la Piel" (en el papel de una villana adolescente que le valió un par de premios y un gran reconocimiento). A nuestros corazones llegó con la trilogía de vídeos que protagonizó para la banda Aerosmiths: Cryin, Amazing  y Crazy. Después de ésto todo el mundo quería más Alicia, público y productores rendidos a sus pies. Y así llega "Fuera de Onda", seguida de un gran éxito de publico y “respetada” por la crítica. Esta era su vida, apenas 20 años y convertida en la actriz joven más deseada y líder de una nueva generación que sustituiría a las grandes del momento en Hollywood. Las ofertas llueven. Pero alguna de éstas llegan envenenadas. Dos grandes errores mandaron al traste su prometedora carrera. Una mala elección y una mala conducción. El primero fue coger el papel de Batgirl en "Batman y Robin" con unos kilos de más. La prensa la asedió, vejó y discriminó. Llegaron a asumir su papel en la película como Fatgirl e incluso se hicieron algunos paralelismos con cierto puppet rosa de pelo rubio. Todo desembocó en un premio Razzie a la Peor Actriz de reparto por esta película. No fueron buenos momentos para ella. Un tiempo más tarde comete su segundo error. Distraida, atropella a un joven en un paso de peatones. La prensa arremete contra ella con ferocidad y, a partir de aquí, ya está “todo el pescado vendido”. Los proyectos que esperaban fracasaron o se perdieron en el tiempo, en la tele o lo que sea. En la misma subida se precipitó al vacío. Ahora vive felizmente casada con Christopher Jarecki, con el que tiene un hijo. Es vegana y lucha tenazmente por los derechos de los animales. Hace sus trabajitos en tele, y de vez en cuando nos la encontraremos en DVDs y, con suerte, en la gran pantalla. Pero sin brillo. Sin ese brillo de los viejos tiempos de Aerosmiths.  En los que la guapa rebelde se lanzaba al vacío para hacerle un corte de manga a Stephen Dorff. Al mundo entero. Ese que la amó para después dejarla fuera de la onda. Raúl Rustarazo