Jared Leto no deja de sorprendernos nunca. El domingo se hizo con su primer Globo de Oro por el papel de Rayon en "Dallas Buyers Club" y ha querido celebrarlo por todo lo alto. Y no nos referimos a esos rumores que aseguran que entre él y Taylor Swift hubo más que palabras en la afterparty de los premios (ay, las malas lenguas), sino a las fotos que ha protagonizado frente al objetivo de Terry Richardson. A sus 42 años -sí, así de dura es la vida, hombres del mundo- nos deja sin palabras con estas imágenes bajo la ducha en las que tan sólo le cubre (mínimamente) una toalla blanca. Pero no siempre ha estado como lo vemos ahora. Y es que su vida como actor y músico en "30 Seconds to Mars" le han llevado a convertirse en uno de los personajes más camaleónicos. Hagamos un repaso. Uno de sus primeros trabajos fue “My So-Called Life” en la televisión estadounidense. Por aquel entonces tenía 20 años y una cara de niño bueno que aún conserva. Años más tarde, se dejó bigote -que le ponía unos cuantos años encima- para interpretar su primer papel protagonista en el biopic sobre Steve Prefontaine. Y lo vimos teñirse de rubio platino -¡cejas incluidas!- para ponerse a las órdenes de David Fincher en “El Club de la Lucha”. En una de sus películas más conocidas, “Réquiem por un sueño”, volvió a cambiar de look para meterse en la piel de un adicto a la heroína, Harry Goldfarb. Pero, sin duda, su peinado más impactante fue la cresta rosa que lució en el videoclip de Closer to the edge, del disco “This is War”. ¿Qué será lo próximo? Ana G. Ramos