Una de las comedias románticas por excelencia cumple un cuarto de siglo. Revisamos nuestras escenas favoritas (y más memorables) de "Cuando Harry conoció a Sally". Una pareja conformada por dos de los míticos protagonistas de la comedia romántica de los ochenta y noventa (Meg Ryan y Billy Crystal), una historia que combina amistad, amor y mucho humor, escenas que se han convertido en clásicos (prueba de ello es cuántas parodias hay de algunas de ellas), dirigida y escrita por dos pesos pesados del género (Rob Reiner y Nora Ephron)... "Cuando Harry conoció a Sally" obtuvo un sobresaliente en su estreno en 1989 y, ahora, 25 años después, sigue siendo una de las mejores comedias románticas de todos los tiempos.  
Cartel de la película Cartel de la película
La historia va así: Sally Allbright y Harry Burns (los apellidos no son gratuitos, ella es todo luz y él oscuridad) se conocen durante un roadtrip a la ciudad de Nueva York, cuando son unos jóvenes recién graduados de la universidad. Se detestan. Cinco años después se encuentran de casualidad en un aeropuerto, sus vidas encaminadas, e incapaces de caerse bien. Pero, a la tercera va la vencida, y cinco años después se encuentran de nuevo (ella soltera reciente, él en pleno divorcio) y se convierten en mejores amigos. Lo demás es previsible... al fin y al cabo es una comedia romántica. Harry y Sally en el Central Park Así que para celebrar este amor que ha sobrevivido décadas, y dejado en ridículo a muchas rom-coms actuales en comparación, reunimos las escenas más memorables de esta película, que siempre, siempre, puede verse de nuevo: 1. Los montajes de historias de amor contadas por ancianos que se intercalan en la historia (basadas todas en historias reales) 2. La escena del orgamo fingido en Katz Delicatessen (la madre del director Rob Reiner es la que dice la línea: "I"ll have what she"s having") 3. La mejor declaración de amor/discurso de una comedia romántica 4. Los hombres y las mujeres no pueden ser amigos