Las peores películas de los mejores directores
Puede que sean talentosos, pero también se equivocan... ¡y cómo! Pregúntenle a Jason Reitman con su nueva peli que se estrena hoy, pero no está solo.
Hoy llega a las salas de cine la nueva película de Jason Reitman. El director y guionista, comenzó a llamar la atención con su sátira "Gracias por fumar", una peli protagonizada por un Aaron Eckhart lobbysta de las compañías de tabaco y sin ningún escrúpulo. Una comedia negra que lo puso en el radar de Hollywood y tras la que se ganó un pedestal gracias a la irreverente y dulce "Juno". Aunque no fuese su historia, sino de la ex striper Diablo Cody, el guión se llevó un Óscar. Ya con su siguiente película, "Up in the Air", Reitman no sólo contó con la sonrisa encantadora del sr. George Clooney sino con nominación a Mejor Película y un Oscar ganado como mejor guionista que adornará alguna de las bibliotecas de su casa. Y parece ser que ese premio le ha perseguido en los últimos tiempos (ya saben, la maldición y el peso del éxito) y sus siguientes intentos han sido como menos mediocres. Pero es su última película, "Hombres, mujeres y niños", que se estrena hoy, la que peor tajada se ha llevado de mano de los críticos y la taquilla. Ha sido catalogada de simplista, moralista y "escrita por un anciano atemorizado de una tecnología que no conoce". La historia va de las nuevas tecnologías y sus horribles (solo eso, horribles) efectos en nuestras vidas humanas.
Pero Reitman no está solo en este bajón profesional. Muchos de los grandes (bastante más grandes que él) han tenido caídas estrepitosas. ¿Quieres saber cuáles son las peores pelis de los mejores directores?
Oliver Stone ("Alexander", "World Trade Center")
Con Oliver podemos tener nuestras diferencias ideológicas o no, pero ciertamente se le reconoce su talento. "JFK", "Platoon", "Nacido el 4 de julio"... son obras maestras que dejan, como menos, en ridículo a películas como "Alexander" o "World Trade Center". La primera es un biopic desastroso que, entre otras muchas cosas, opta por Angelina Jolie como madre de Alejandro Magno (?!) o por una peluca rubia que distrae de cualquier otra cosa en la cabeza del conquistador... eso sin contar las malas actuaciones, la épica forzada y en general el horror que es la película. La segunda es un canto patriótico de un, generalmente crítico, Oliver Stone. Una típica película llena de manipulación emocional y espíritu nacional heroico que llega a indignar considerando el terrible hecho en que está basada.
Woody Allen ("Scoop", "De Roma con amor")
No es difícil hacer películas malas cuando el régimen que te impones es de una película al año durante más de 30 años... así que es lógico que Woody Allen tenga no sólo obras maestras como "Annie Hall", "Manhattan" o más recientemente "Match Point" o "Medianoche en París", sino películas de dudosa calidad como Scoop, esa triste última aparición suya en esta fallida comedia de misterio, o en la dramedia de varias historias entrelazadas que se queda no a lo pies, sino en el subsuelo, de otras obras suyas de estructura similar.
Gus Van Sant ("Psycho", "Restless")
El señor Van Sant nos trajo "Drugstore Cowboy", "Elephant", "El indomable Will Hunting" o "Mi Idaho privado", pero también hizo la locura inexplicable de replicar, escena por escena, el clásico (irrepetible, Gus, irrepetible) de Hitchcock, "Psicosis", con Anne Heche, Vince Vaughn y Julianne Moore. Y más recientemente el drama protagonizado por una agonizante Mia Wasikowska (en el rol típico de la "chica excéntrica sin tridimensionalidad" o, como es llamada en Estados Unidos, la "Manic Pixie Dream Girl") que se enamora de un chico obsesionado con la muerte, vamos como un "Bajo la misma estrella" hipster.
Cameron Crowe ("Elizabethtown", "Un lugar para soñar")
No sólo es el responsable de escenas tan míticas como la de John Cusack, ataviado con un trench y deportivas, con una radio sobre la cabeza por la que suena "In Your Eyes", en "Un gran amor", o de frases como "Enséñame la pasta", en "Jerry Maguire" o de toda la maestría de "Casi famosos", es también el responsable de obras mediocres como "Elizabethtwon" (que muchos críticos destruyeron, pero han reconocido volver a ver y, sin explicación alguna o mejora de calidad, tomarle cariño) o "Un lugar para soñar", sobre un padre viudo que muda a sus hijos a un zoológico para comenzar una nueva vida. Puede que ellos comiencen de nuevo, pero Cameron aún lo necesita.
Clint Eastwood ("Invictus", "Más allá de la vida")
Hace un tiempo se supuso que la carrera de Clint Eastwood acabaría con la llegada de la vejez. Nada de vaqueros o policías mal encarados en sus ofertas de actuación... poco más que hacer. Pero Eastwood sorprendió con un talento excepcional para la dirección cuando estrenó "Sin perdón". Le siguieron obras de valor indiscutible como "Los puentes de Madison", "Medianoche en el jardín del bien y el mal", "Mystic River", "Million Dollar Baby", "Cartas de Iwo Jima"... pero en esa lista de intachables ha habido, últimamente, películas de calidad discutible (seamos honestos, si no fuesen de Clint se catalogarían de malas sin miramientos). "Más allá de la vida" es un melodrama lacrimoso y con toques espirituales que habla de seres queridos muertos, desastres naturales... "Invictus" es un melodrama lacrimoso (sí, otra vez) sobre la historia real del primer mundial de rugby organizado en Sudáfrica tras la llegada de Nelson Mandela al poder. Puede que no sea así, lo esperamos, pero en los últimos tiempos Clint ha sucumbido a la cursilería.
Peter Jackson ("The Lovely Bones", la trilogía de "El Hobbit")
Este neozelandés enamoró a las masas y a los críticos con su trilogía de "El señor de los anillos", antes ya se había ganado el respeto de muchos con "Criaturas celestiales"... pero tras su éxito con la adaptación de J.R.R. Tolkien (que ocupó cinco años de su vida) su carrera ha tenido poco reconocimiento. Dirigió "King Kong" con pocos, o ningunos, bombos y platillos, luego adaptó la novela homónima y muy exitosa de Alice Sebold, "The Lovely Bones", en que una adolescente asesinada observa a su familia y su asesino desde el purgatorio. En este caso, como mucho se dijo con "El señor de los anillos", se nota que lo feliz, en oposición a lo oscuro, no se le da bien a Jackson. El resultado es cursi y poco convincente. Y luego está "El Hobbit". Poco hay que decir sobre esta trilogía inventada que bien podría haber sido sólo una película (como es sólo un libro).
Por Nerea Dolara