El melancólico mundo de Tim Burton está plagado de mujeres diferentes, de locas encantadoras y magnéticas, cuya estética ha quedado grabada a fuego en nuestras retinas. A esta lista se incorpora este año Amy Adams como Margaret Keane, en "Big Eyes", el último trabajo del director. La historia de Keane fue cruelmente eclipsada por su marido Walter, quien se atribuyó durante años la autoría de las pinturas de Margaret -impulsora de una estética única gracias a sus inconfundibles figuras de enormes ojos-. Ella pintaba y él se llevaba el mérito, haciendo que cobrara sentido de la manera más miserable aquel refrán que dice que “tras un gran hombre hay siempre una gran mujer”.
Y de eso es precisamente es de lo que vamos a hablar, de las grande mujeres que ha creado Tim Burton a lo largo de su trayectoria, desde Winona Ryder en "Beetlejuice" hasta Eva Green en "Sombras Tenebrosas", pasando por Christina Ricci en "Sleepy Hollow", porque, no sólo de Johnny Depp vive Tim Burton.
1. Sally, la chica hecha a retazos. Una versión femenina de Frankenstein, que conquistó el corazón de Jack Skellington en "Pesadilla antes de Navidad". Dulce y tímida, Sally era la criatura más encantadora de la ciudad de Halloween. Su melena rojiza, sus enormes ojos y su sonrisa cosida eran irresistibles.
2. Katrina van Tassel, o de cómo Christina Ricci se convirtió en la perfecta heroína de rostro pálido en "Sleepy Hollow". Nos encantaba su largo cabello rubio, sus vestidos a lo María Antonieta gótica, sus espectaculares capas y su melancólica mirada. Pero sobre todo, ¿qué habría sido del personaje de Johnny Depp en la película de no ser por ella?
3. Mrs. Lovett, una Helena Bonham Carter dispuesta a todo para lograr el amor de Johnny Depp en "Sweeney Todd". Sí, quizá estaba loca, de acuerdo, la idea de utilizar como relleno de sus pasteles carne humana era un poquitito extremista, pero en realidad sólo quería el amor de Johnny Depp. ¿Acaso podemos culparla?
4. Lydia Deetz, la favorita de "Beetlejuice" y el look más raro -y ojeroso- que ha defendido Winona Ryder en pantalla. Si marcó tu adolescencia, permanece atenta, porque los rumores sobre una segunda parte de la película cobran cada vez más peso, y parece ser que tanto Winona como Michael Keaton volverían a ser los protagonistas.
5. Angelique Bouchard, esa bruja irresistible de "Sombras Tenebrosas" no podía ser otra que Eva Green. Imposible olvidar aquel vestido de lentejuelas rojo, mientras Green le hacía la vida imposible a... Sí, Johnny Depp de nuevo. Era la perfecta femme fatale, esa mala malísima ante la que resulta imposible no rendirse.
6. Selina Kyle, alias Catwoman... Michelle Pfeiffer maullando envuelta en cuero en "Batman Returns". Sin palabras. No sabemos cuál era más rara de las dos, si la aburrida secretaria rodeada de gatos, o su alter ego, aquella heroína que se enfundó como nadie el mono de cuero y las orejas puntiagudas.
7. "La novia cadáver", la muerta más entrañable de toda la filmografía de Burton. Intentaba seducir a un joven inocente y llevarlo consigo al inframundo, pero sólo era rencor hacia aquel que la dejó plantada en el altar. En realidad no era mala, sólo un alma atormentada e incomprendida.
8. Reina Blanca versus Reina Roja, o lo que es lo mismo, Anne Hathaway contra Helena Bonham Carter en "Alicia en el País de las Maravillas", eso sí que un duelo de raritas -y de estilismos- en toda regla. ¿El pelo imposible de Helena Bonham Carter o el impoluto aspecto dieciochesco de Anne Hathaway? Difícil decisión.
9. Las siniestras vecinas de "Eduardo Manostijeras". No sabemos si nos daba más miedo Joyce -interpretada por Kathy Baker-, un ama de casa insatisfecha capaz de cualquier cosa con tal de salirse con la suya, o la puritana Esmeralda – O-Lan Jones- tocando música eclesiástica en su órgano día y noche, en aquel barrio aparentemente perfecto -tanto que daba escalofríos- donde todo el mundo tenía algo que ocultar.
10. Aquella chica de Marte interpretada por Lisa Marie en "Mars Attacks!". Su indescriptible peinado sesentero, su manera de caminar como flotando y su sensualidad marciana la convertían en un arma mucho más peligrosa de lo que imaginábamos.
Por Arancha Gamo