Abe the Ape Los diseños de Abraham son seductores y llenos de glamour. Sus figuras femeninas dibujadas como auténticas divas de Hitchcock han cautivado hasta a la mismísima Angela Lansbury, a la que retrató con su personal estilo. No sólo te conquistarán sus platos, en las redes derrocha buen humor e ironía. Dice que quería demostrar a sus padres que “eso de dibujar no es solamente una cuestión de vagos y maleantes”. ¡Conseguido! Nuria Blanco En sus vajillas hay tucanes, caracoles o peces raya que saltan de plato en plato. Sus dibujos son naturalistas y muy bellos, casi tanto como verla trabajar. En su web, un video nos permite observar paso a paso el proceso. Dibuja a lápiz directamente sobre los platos, una pasada. Carlos Villoslada Formas vegetales y orgánicas ilustran sus platos. Dibujos que parecen poesía expresan sensaciones y nos trasladan a un mundo bucólico y de sueños. Un universo propio plasmado en cerámica. José Antonio Roda Se declara mitómano y sus platos son un homenaje a todos esos personajes de los que es fan. Se inspira en el mundo del cine y de la música. Retratos coloristas de Bowie, Lola Flores o Alaska con su personal estilo para las paredes más pop. Inés Garp @inesgarp
Los platos saltan de la mesa a la pared
Para los ilustradores el papel no es suficiente. Vajillas de diseño tan delicioso que da pena comer en ellas. Las colgamos en la pared, como si de arte se tratara.
Es uno de los regalos decorativos más buscados estas Navidades. Los platos están de moda, pero no para ponerlos sobre el mantel, sino para colgarlos en la pared. No es que sea un invento nuevo; he leído que es una tradición escandinava, que proviene de la decoración árabe y a muchos nos recuerda al comedor de casa de los abuelos. Lo nuevo es el diseño y la originalidad. Vaya por delante que la cerámica de Talavera es estupenda, pero es que estos chicos tienen estilazo y mucho arte.
Chichinabo
Patricia y Miguel recuperan motivos tradicionales para sus platos. Encuentran atractivas aquellas temáticas ya desechadas por antiguas, rancias y pasadas de moda. Son elementos con los que es fácil identificarse, clásicos de nuestro folclore que siempre te arrancan una sonrisa. Su última colección, Mundo Baturro, rinde homenaje a Zaragoza con ilustraciones de inconfundibles iconos maños.