Con las navidades llega la familia, los mazapanes, el turrón, los brindis y… los fantasmas. Porque todos somos un poquito Scrooge aunque no lo pretendamos, los regalos de navidades pasadas pueden regresar para atormentarnos: colonias/ambientador, calcetines que dañan la vista, pijamas de abuela, corbatas imposibles… Pensando que es el Grinch el que nos ha visitado. Este año Santa is back in town, y ha colgado el rojo valentino por el azul Tiffany. Los charms navideños con Rudolf y el muñeco de nieve avivan nuestro espíritu en estas fiestas. Los candados y las llaves afianzan y estrechan nuevas y viejas relaciones. Plumas que harían palidecer de envidia al mismísimo Oscar Wilde. Para guardar y repartir el aguinaldo, una elegante pinza de plata. La casa ha domado a las fieras (toro y oso) para que engalanen los puños de vuestras camisas. Símbolos clásicos y eternos que se reinventan. Esta nochebuena no temo que me desvelen. Fantasmas, os espero con ansia porque adoro mis regalos presentes y porque sé que son para siempre. Por Andrea Lozano SI TE HA GUSTADO ESTE ARTÍCULO, VISITA: MERRY CHRISTMAS DIOR