Es español, está en París, y está vendiendo. Es un privilegio, y Juan lo sabe. Pero en medio de las fotos que aquí aparecen, una presencia acentúa su tensión inherente. Meses más tarde descubrimos que se trataba de Andrea, uno de los "chicos" de Domenico Dolce y Stefano Gabbana, que se encarga de seleccionar por todo el globo las prendas de jóvenes diseñadores y colgarlas en las perchas de Spiga 2, la multimarca de los diseñadores que un año atrás hizo lo propio con Elisa Palomino.
Juan narra en sus propias palabras la experiencia D&G para Vanidad: "Recuerdo cómo Andrea, el chico de Dolce & Gabbana, se paró delante del perchero y lo repasaba sin yo siquiera saber quién era. Lo estuvo revisando tres veces, por dentro y por fuera, los forros, las costuras, los acabados... Luego llamó a un colega, y se marcharon. Al rato volvieron, y me dijeron que se lo querían llevar a los señores Domenico y Stefano, y que de ellos dependía del OK final. ¡En esos momentos me pinchas y no me sacas sangre!".
No solo es importante la selección de los italianos, sino también la presencia que ahora tendrá Juan Vidal a nivel internacional: "Supone una visibilidad increíble, y sobre todo es emocionante cuando profesionales del sector después de ver el producto y estudiarlo, piensan que hay algo. De momento es pronto para decir qué tal, solo lleva una semana en la tienda. Pero sí nos han llamado para decirnos que están encantados con la colección..." y no ha de extrañar a nadie. Las águilas como Juan no cazan moscas y los efectos empiezan a ser palpable para él. El próximo peldaño recae en Madrid, donde Juan presenta el 4 de febrero su colección Otoño-Invierno 2012/2013 en la Sede del Ballet Nacional, nada menos. Esta vez la chica se llama Chrystine. Amén.
Por Mario Ximénez
Fotografías de Mario Ximénez
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