El blogger James Andrew empezó como banquero, para probar después como dependiente en una tienda de Ralph Lauren. Con una larga coleta como arma, el siguiente paso fue el diseño de interiores. "Trabajé para Ralph Lauren unos ocho años", cuenta en su entrevista para Vanidad. "Me pidieron que me dedicara a cosas del hogar. Al poco estaba creando habitaciones enteras para los clientes. Hasta que decidí ir por mi cuenta", aclara. A Andrew siempre le tiró la estética. Desde niño fue su principal obsesión. "En el instituto me enamoré de Ralph Lauren. De esas fotografías que le hacía Bruce Weber con gente bellísima y ropa bellísima en lugares bellísimos", comenta, ponzoñoso. Pronto se puso manos a la obra en su intento por destacar. "A los 14 empecé a ganar dinero. Y con él, a comprarme ropa, cuanta yo quisiera. Vestía como el niño más rico del mundo." "Vestirse no es un disfraz, es respetar a la gente que te rodea". No es raro que acabase compaginando su trabajo de diseñador con el "oficio" de blogger de moda. En su web, James comparte sus estilismos, a la vez que muestra sus últimos viajes. "Lo mío es destacar. Compartir mi experiencia. Ser llamativo, ser interesante. Ser fabuloso", sentencia. Descubre más declaraciones de James Andrew en el número de octubre de la revista Vanidad. Extracto de Andrés G. Menéndez Fotografía: Michael Eps