Esta vez tanto el equipo del grupo sueco como el de la maison belga se han superado y han conseguido organizar una fiesta de impacto para una colección de altura. ¿Los afortunados que fueron? Julianne Moore, Kanye West, Selma Blair, Mena Suvari, Alan Cumming, Sarah Jessica Parker y una larga lista de celebrities más.

La noche comenzó cuando se reunió a todos los asistentes en un emblemático edificio de Nueva York, en el distrito financiero. Allí, en el número 5 de Beekman Street, varias actrices y bailarinas vestidas con las prendas de la colección, ofrecerían un espectáculo de danza y teatro muy especial dirigido por la reputada coreógrafa Anne Teresa de Keersmaeker. Las ocho plantas del edificio hicieron las funciones de palcos y gradas desde las que los invitados a la fiesta pudieron ver la obra. O sea, de por sí, ya la directora, también belga, ofreció una perspectiva distinta y atípica -acorde con la línea de Martin Margiela- desde la que poder contemplar el espectáculo. La colección se basa en un recorrido temporal por las piezas más icónicas de la marca belga desde que comenzara su andadura en 1989. Como siempre en la maison han apostado por el riesgo. Materiales poco convencionales, cantidades ingentes de tela en cada pieza y un diseño del todo experimental terminaron por dar todo el protagonismo a las prendas.

Marieta Zubeldia