Poco más podemos añadir que no se haya dicho ya de la espectacular actuación de Beyoncé en la Super Bowl. Knowles estuvo exquisita y consiguió dejar al mundo entero boquiabierto; cantó, bailó y se paseó por el escenario disfrutando en todo momento, algo que a veces suele resultar complicado en un evento de las dimensiones de la final de fútbol americano. Pero, como todo esto lo resume mejor el vídeo, vamos a lo importante. ¿Os suena Rubin Singer? Pues a partir de ahora, sí. El domingo su nombre quedó inexorablemente unido al de Beyoncé al convertirse en responsable del conjunto que lució en tan pletórica actuación. Este diseñador de Nueva York, aunque lleva ya unos años dedicándose al patronaje -tiene treinta y cuatro-, reconoce que "este es su momento" y está dispuesto a aprovecharlo.   La actuación duró en torno a 20 minutos y todo estaba planeado al milímetro. Knowles, sus compañeras Rowland y Williams y el equipo de baile lucieron los trajes creados por el neoyorquino quien, no obstante, aseguró a un medio internacional tener más libertad para hablar sobre su relación laboral con Beyoncé que sobre los detalles de su vestimenta. Algo comprensible teniendo en cuenta los más de 108 millones de espectadores con que contó el evento.  
Beyoncé vestida de Rubin Singer Beyoncé vestida de Rubin Singer
  Ateníéndose a tal condicionante, el stuff de Beyoncé prefirió ir sobre seguro. Ty Hunter, estilista de la cantante, conocía a Singer desde hacía años y sabía que era una apuesta segura. Sus piezas, matizaba ésta, "tienen algo de drama". De hecho, el diseñador neoyorquino dice recibir influencias históricas y de la estética de la ópera, pero pasados por un tamiz de los 80. Además, esta no era la primera vez que Knowles se ponía en sus manos; hace ya dos años la vistió por primera vez y el placer fue tal que no sólo se haría con ella sino también con su madre Tina y con su hermana Solange Knowles. "Todo el mundo esperaba que vistiese de algún diseñador famoso, pero a ella le gusta ese cambio de juego", comentó el modisto. Perfecto atuendo que no obstante, esta vez, quedó relegado a un segundo plano por la voz y movimientos de una despampanante Beyoncé.   Alejandro Bernad Perié