Primero fueron las llamadas, luego los SMS y después los politonos, esas sintonías entonces modernas que podías hacer tu mismo y enviar a tus amigos por infrarrojos. Pues sin saber cómo ni por qué, de aquel teléfono al que conocemos hoy parece que haya pasado medio siglo. Los smartphones  no solo son herramientas de ocio sino también de negocio. De ahí que no paren de aparecer nuevas aplicaciones para hacernos el mundo laboral más ameno, como la reciente Vine.   Si tu smartphone no  tiene mínimo quince aplicaciones, estás muerto y en la industria de la moda son conscientes de ello. ¿Recordáis los habituales aplausos del público al terminar el desfile? Muchos diseñadores tampoco, o al menos no cómo lo hacían antes. Ahora los asistentes están más preocupados por tuitear, retocar fotos o grabar vídeos que mantengan informado a su séquito. Tanta es la revolución que en la presente Semana de la Moda de Nueva York, el diseñador Kenneth Cole propuso el uso de cierto hashtag para llevar a cabo una donación en la investigación contra el sida. Rebecca Minkoff usó su smartphone para dejar clara la dirección de su nueva colección y Donna Karan, en cambio, lo usó para indicar cómo y dónde podían ver su desfile quienes no pudieron asistir a él. Todo a través de una pantalla de 3,5 pulgadas.     ¿La última revolución que ha desencadenado todo esto? Vine. En octubre del pasado año 2012 Twitter compró esta aplicación para la creación y difusión de vídeos con escasa duración a través del sistema operativo iOS. Pero, ¿qué usos podría tener una herramienta tan convencional? Pues los tiene, y a través de esta interesante app modelos y periodistas del mundo de la moda informan a los mortales de lo que se está viviendo en tan frenéticos días de desfiles, photocalls y previews. Una de las pioneras, la reportera de moda Elizabeth Holmes.  Pero no desesperéis. La aplicación ha ido más allá y ahora no sólo Calvin Klein o la blogger de Man Rapeller la usan como herramienta de trabajo, sino que también sirve para mostrar la cotidianidad de las celebrities. Así lo demuestran Tyra Banks, Paul McCartney o Justin Bieber, asiduos a Vine y prácticamente a todo lo que les echen.   Para acudir a desfiles ya no hace falta una pesada cámara, tu smartphone es ahora más polivalente que cualquier otra cosa. Sólo necesitas instalar las aplicaciones clave, estirar el brazo, tener buen pulso y una lista de seguidores a los que mantener informados. Después no digas que Vanidad no te lo advirtió. Alejandro Bernad Perié