Con Eva Hache como maestra de ceremonias, y escaparate de la moda española, comenzaba una gala plagada de discursos salpicados de reivindicaciones. Eso sí, envueltos con las mejores galas. Eva lució, con distintos niveles de acierto, diseños de Amaya Arzuaga, Maya Hansen, Antonio Garcia, Duyos, Nicolas&Atienza y Juanjo Oliva. Se nos hizo raro no verla vestida de David Delfín, según parece para dar visibilidad a otras firmas patrias. Sobre el escenario destacaron Maribel Verdú y Candela Peña, ambas con discursos para ser recordados. De la madrastra de Blancanieves recordaremos también su Raf Simons, con falda floreada para dulcificar su papel de mala y las joyas de Bulgari que completaban su jardín de cuento. Candela se mojó para bien, menos mal que llevaba un neopreno de David Delfín. Recogió su premio no sin antes pedir trabajo por que " tengo un niño que alimentar" dijo. Entregando premios destacamos la elegancia y sobriedad de Aitana Sanchez Gijón, de Caprile, que fue el mas requerido por ellas para la noche del cine. Michelle Jenner eligió bien su Andrew GN, no así su peinado que aportaba años extra a su  acertado look. Macarena Garcia, gustó por su candor y felicidad pero su revelación se quedó en su actuación, por la que recogió el Goya, ya que no arriesgó mucho con su Dior, simplemente correcto. Manuela Velasco acertó con el color de su Gucci, en una noche especial para ella ya que entregaba el Goya de honor a su tía Concha Velasco. Y no hay celebración sin bombón dorado, nosotros proponemos a Goya Toledo y su Elie Saab para esta categoria. Fue una gala correcta con bastantes diseñadores extranjeros y sin grandes impactos, se notó la ausencia de Penelope Cruz, que seguramente hubiera acaparado toda la atención de los focos. Nos hemos quedado con las ganas de saber si hubiera acertado o no.   Klara Morales