El O/I 2013 llegó ayer a Milán de la mano de nombres como Alberta Ferretti, Gucci o Francesco Scognamiglio mediante un puro ejercicio de sofisticación y actualidad que solo es posible en Italia. Te dejamos con nuestros momentos esenciales de la tarde de ayer en Milan Fashion Week. La línea de siluetas emulando a las damas de Hitchcok, que dio comienzo en Nueva York con Marc Jacobs y en Londres con Jonathan Saunders, sigue la estela ladylike con Gucci. Frida Giannini, una apasionada del drama y la femineidad presentó ayer en Milán a una femme fatale de rigurosos cuellos y prendas de cuero. Vestidos vaporosos y escotes en V, plumas y patrones de chaquetas masculinas que se deshicieron en un halo cinematográfico escondiendo algunos guiños de ciencia ficción al puro estilo Matrix.
Gucci Gucci
Gucci Gucci
A las 17.00 hora punta se subían a la pasarela las propuestas de Alberta Ferretti. Otro de los nombres más esperados junto con Gucci, en la semana de la moda de Milán, hacía acto de aparición con una vuelta sinuosa a los orígenes de la mujer Ferretti. Estética preciosista y fragilidad, por medio de gasas y tejidos más delicados como la seda y una paleta de estructura monocromo con colores como el blanco o el negro, describían a una contemporánea mujer Ferreti con cuellos eduardianos, volantes y gomas ajustadas a la cintura. Conclusión: Sofisticación en estado puro.
Alberta Ferreti Alberta Ferreti
Alberta Ferreti Alberta Ferreti
No. 21 fue una de las propuestas más frescas de ayer tarde. Alessandro Dell’ Acqua y su fuerte apuesta por el mix & match y estilo unisex se tradujo en vestidos con sentido y personalidad propias. A base de tweed, encajes, pedrería y mohair, sus patrones se mecían entre el casual y la formalidad propias de una noche de fiesta con aperturas en faldas a media pierna bajo jerséis de cuadros. Conclusión: Un ejercicio de saber estar muy contemporáneo. Francesco Scognamiglio destacó principalmente por un estilo sobrio y extremadamente bonito, donde su educación en ciudades como Nueva York o Londres se hace presente por la pureza de sus patrones. Blusas de seda, volantes, talles altos y pantalones de pierna entera y transparencias impregnadas en binomio blanco y negro ajustado a grises, toques de leopardo o colores más lacios como el azul pastel en vestidos largos propios de un cuento de hadas. Conclusión: Sus vestidos y transparencias son mágicas. Amalia G. Cátedra