Paris Fashion Week: minimal y barroco
El chic francés prevalece en Paris Fashion Week aunque el día estuvo marcado por el debut de Alexander Wang para Balenciaga o el desfile de Demeulemesteer.
Damas chic al estilo contemporáneo de la mano de Carven, el debut de Alexander Wang para Balenciaga, las estrictas ecuaciones de Ann Demeulemesteer o las grandes hombreras y proporciones ochenta a lo Balmain. Todo esto y más ocurrió ayer en París Fashion Week, entre el minimal y lo barroco. Disfrútalo desde el front row de tu casa.
Era uno de los momentos más esperados del día. Alexander Wang debutaba para Balenciaga tras 15 años de reinado por parte de Nicolas Ghesquière. El trabajo de archivo de Wang en la historia de la firma resultaba evidente. Dobladillos curvos, hombros inclinados y gamas de colores que iban del blanco al negro pasando por el gris. Trajes indicados para la nocturnidad de corte minimalista y telas semi rígidas, fueron el resultado de un Balenciaga muy diferente a lo que estábamos acostumbrados. ¿Ganarán los fans o los detractores de Wang? El tiempo lo dirá.
Se ha convertido en la firma femenina con más charm de los últimos tiempos. Carven no decepcionó ayer en París. Tejidos de punto, tops debajo de chaquetas, rayas de cebra o abrigos bata (una de las tendencias reseñables para la futura temporada). Materiales esponjosos y vestidos Pinafore que hicieron inevitables las comparaciones con Prada. ¿Estamos ante un nuevo futuro estético femenino?
Manish Arora fue otra de las sorpresas agradables de la jornada. Estampados Art Decó y un ejercicio de trajes sedosos y texturas vaporosas bajo una explosión de colorido culminaron en el momento más fresco del día.
Una de las grandes de Amberes, Ann Demeulemeester se inspira en las poetisas, artistas y aventureras más reseñables de nuestra historia. Su eterna dualidad entre el blanco y el negro jugo a ser todavía más etérea que de costumbre. Superposición de capas, largos chalecos, chaquetas rígidas y vestidos hasta los pies contemplan el look perfecto Demeluemeester.
Balmain fue otra de las propuestas más sabrosas del día. En la misma línea que la temporada pasada, Olivier Rousteing volvió a las proporciones años 80 inspirado en figuras del soul de aquellos días, como Sade; conviviendo a su vez con chicas glam. Las cinturas se magnifican y los trajes y faldas cocktail se rinden ante chaquetas acolchadas con superficies talladas en diamantes metálicos. Proporciones invertidas y fidelidad pura al ADN de Balmain.
La colección de Alber Elbaz ayer para Lanvin ya se ha denominado de “espíritu elegante y despreocupado”. Una ligera inspiración años 20 y en ocasiones 50 sumió a los allí presentes en una especie de fotograma de película clásica. Cada look conseguía definir cierto aspecto peculiar donde los complementos -colgantes que describían mensajes como “cool” o “love” y grandes imperdibles con formas de insecto- fueron grandes protagonistas.
Amalia G. Cátedra