Paris Fashion Week, viaje en el tiempo
Tejidos inteligentes, materiales metálicos, polka dots y damas del Coachella protagonizaron ayer la jornada del lunes en Paris Fashion Week.
Tejidos inteligentes, materiales metálicos, polka dots y damas del Coachella protagonizaron ayer la jornada del lunes en Paris Fashion Week. Nuevas incorporaciones como la de Fausto Puglisi para Ungaro o Lydia Maurer en Paco Rabbane protagonizaron el punto fresco y moda futurible mientras Hedi Slimane en su segunda colección para Saint Laurent fue la gran expectación del día. Juzguen ustedes mismos.
Stella McCartney homenajea a la prestigiosa firma de sastrería Saville Row. Grandes capas, telas a rayas y solapas exageradas protagonizan una colección madura que ahonda una vez más en la androginia. Clásicos atemporales y elementos de Gran Bretaña alternan con sudaderas vestido y trajes mono en un contemporáneo ejercicio de saber estar.
Lydia Maurer conecta directamente con los primeros años metálicos de Paco Rabanne recordando a una espléndida François Hardy enfundada en sus vestidos iridiscentes como sacados de la Escuela Bauhahus. Vestidos metálicos, trajes de malla y un guiño a la aviación en tintes azul marino. “Cuando empiezas en una casa como esta hay muchas cosas que se pueden hacer”, espetó Maurer pocos minutos después de su elocuente desfile.
Fausto Puglisi y su colección para Ungaro fue otra de las notas de color y frescura ayer en París. Fuertes hombreras, cuellos turtle, estampados de leopardo, polka dots, vestidos wrap, alguna manga inexistente, y cinturas ceñidas pusieron a descubierto la femineidad y el descaro dentro de un saber estar inherentes a la casa Ungaro.
Tras la contrariedad y ríos de tinta que causara su anterior desfile para la maison Yves Saint Laurent (a la que cambió de nombre suprimiendo “Yves”) Hedi Slimane parece seguir alimentando la controversia con una colección que dista mucho de la identidad de la firma. Un homenaje a la estética festivalera, con Coachella y California como fuerte referente, fue la tónica general de su desfile con la estética grunge como órbita latente. Minifaldas de cuero y abrigos de lona, chaquetas biker, vestidos baby doll, grandes chaquetas de punto y adornos y perlas por doquier. Hedi se empeña en refrescar la firma enfocándola a un público más juvenil y distendido… ¿tendrá continuidad ese tipo de objetivo en la firma parisina?
Amalia G. Cátedra