Ayer fue el cuarto aniversario del fallecimiento del bautizado, con toda la razón, como Rey del Pop, Michael Jackson. Su muerte fue tan llorada por todos que cada uno de nosotros recordamos lo que estábamos haciendo o como nos enteramos de la noticia. Se convirtió en un icono de la moda por videoclips, como el de Thriller, consiguiendo inexplicablemente que los zombies fueran tendencia. El que fuera su diseñador durante décadas, Michael Bush, ha querido reunir en el libro. "The King of Style". los bocetos y los trajes que creó para el artista. Quién no recuerda sus chupas con millones de brillantes, de piel, con hombreras interminables, que bien pueden compararse a las de EL REY, Elvis Presley; sus calcetines blancos con mocasines negros que sólo le quedaban bien a él; o sus pantalones prietos que lucía con ese movimiento de cadera tan característico. Lo que sería imposible para muchos a pesar de dedicar horas de ensayo, hay quien lo lleva dentro y quien está destinado a ser un pato toda su vida. Uno de los aspectos más representativos del cantante sin duda era su guante. Él siempre dijo que lo llevaba porque "un guante era mas interesante que dos" pero como leyenda propia las historias a su alrededor florecen inevitablemente. Se comentaba que lo usaba para cubrir el vitíligo en su mano, o podríamos pensar que como un mago que saca el conejo de la chistera él, tan amante de la fantasía, puede que necesitara algo que le recordara que la mágia no muere y gracias a él siempre irá con nosotros. ¡Larga vida al Rey! (Y a sus prendas) Lucía Fernández Alonso (Luceral)