El término brujas -en absoluto despectivo- está más que justificado aquí, palabra. Son representantes patrias de la generación Tumblr, del atrevimiento en exceso y del a quién le importa que en Vanidad tanto nos gusta. Seleccionamos seis: Lucía y Helena Cuesta, María Forqué, Sita Abellán, Maria Rosenfeldt y Lorena Prain. Admiradores y detractores no hacen sino crecer su amago de fama cada vez más evidente; las viste en Loewe, las tachaste de niñas bien, y aunque dicha etiqueta sea hiper correcta, nunca debemos juzgar a la primera de cambio. ¿Por qué somos siempre tan duros con el producto nacional? Con una marcada estética gótico-chic -de ahí nuestro titular-, sus cuentas de Instagram tienen todos los ingredientes para que, como ya pasa, consigan colarse en selectos eventos de la noche madrileña. En tono de humor, ellas molan; y molan porque son un producto en sí mismas  y simbolizan ese postureo que tanto criticamos (y admiramos). Así que, ¿por qué no les damos una segunda oportunidad? Al fin y al cabo también odiabas las camisetas con cruces y los creepers, y mírate ahora, muriéndote de envidia viendo sus fotos. Instagraming: Jóvenes y brujas (que adorar). Alejandro Bernad Perié