Es verano, y en verano tienes que bailar. Los clásicos pasos no siempre tienen éxito y aunque el twerking debería quedar reservado a unas pocas grandes divas negras -sabéis de quiénes estamos hablando-, es algo ya generalizado que debéis aprender o en su defecto, conocer. La versión más crecida de Miley Cyrus, por ejemplo, sabe hacerlo. Habiendo batido todos los records en Vevo -su vídeo obtuvo en tan sólo 37 días más de cien millones de visitas- domina el twerking como muy pocas, de ahí el mencionado éxito de "We Can"t Stop" y su recién subida versión en agradecimiento a todos sus seguidores. Por si todavía no te ha quedado claro el dominio que tiene Cyrus sobre su cuerpo, aquí otra muestra de ese twerk que animaría a cualquier arrítmico a intentarlo. Trasero, cadera, velocidad, fuerza y actitud son propiedades necesarias para formar parte del maravilloso #MCTWERKTEAM. Quien también reúne todos los requisitos -como era de esperar- es nuestra querida Rihanna, experta en cualquier tipo de movimiento corporal. Hace aproximadamente un mes alardeó de sus twerks ante amigos y seguidores puesto que compartió este vídeo con todo Instagram, y por consiguiente, el mundo. Gracias RiRi por alimentar las redes, la vida sin tus escapadas a Amsterdam y tus idas de cabeza no tendría ningún sentido. No cuesta imaginar que este movimiento nace del hip hop, probablemente natural del Bronx, en dónde como bien nos enseñó Hollywood, las batallas de baile son de lo más común del mundo; lo que aquí en España una terraza, vaya. Hoy gracias a las redes sociales, los hashtags y la constante innovación por parte de los artistas, el twerking ha venido para quedarse definitivamente. Tanto es así, que ha traspasado las fronteras de la música. Vanessa Hudgens también se subió al carro y, ni corta ni perezosa, se marcó el baile en un plató de televisión. Superadlo, niggas. Como sabéis, la expresión no tiene límites pero a veces debería. La tendencia twerking salió bastante cara a 33  estudiantes de un instituto de Estados Unidos que fueron expulsados por practicar dicho paso y colgarlo en las redes. Treinta y tres estudiantes, sí. Es baile prohibido por su, dicen, alta carga sexual, aunque ya se sabe que eso depende de quién, dónde y cómo, ¿no? A no ser que seas un One Direction y quieras que tus cientos de fans tengan comidilla para el próximo medio año. Así que, lo dicho: renueva pasos y escandaliza/avergüenza a tus amigos. Para que logres hacerlo perfecto -ya se sabe la destreza de cada uno-, existe hasta un tutorial con el que puedes conseguir lograrlo paso a paso y con un poquitín de esfuerzo. ¿No es una maravilla esto de Internet? Con o sin dominarlo, puedes resultar hasta gracioso. Y sino que se lo digan a Mollie King, la componente de The Saturdays. Alejandro Bernad Perié