En virtud del estreno de la comedia “Las brujas de Zugarramurdi” (27 de septiembre) de Álex de la Iglesia, hacemos un parón entre hechizo-pócima-conjuro-maldición y proponemos un más que merecido homenaje a esas mujeres-herejes tan incomprendidas y maltratadas como poderosas, más malas que buenas, seductoras que han hechizado nuestros recuerdos cinematográficos a base de ojos de sapo, colas de lombriz y alas de murciélago. Temidas y deseadas a partes iguales, con predisposición a la injuria y al retorno vengativo, con o sin escoba… ¡larga vida a las brujas! (¡eterna!). Y además, como ofrenda: cinco sencillos pasos de iniciación para despertar tu lado más nigromántico. Las hermanas Sanderson en “El retorno de las brujas”(1993). Hace 300 años en Salem, tres hermanas (Bette Midler, Sarah Jessica Parker y Kathy Najimy) fueron condenadas a muerte por brujería, sin embargo juraron volver a la vida en caso de que un alma virgen encendiese la llama negra en una noche de Halloween con luna llena. ABRACADABRA: de corte clásico (con escoba, caldero y libro de conjuros) pero con un punto desenfadado, te pueden hipnotizar con un número musical (I Put A Spell On You). PASO 1: No hables, chilla, y si te ríes, hazlo de forma histérica. Sarah, Nancy, Bonnie y Rochelle… cuatro “Jóvenes y brujas” (1996). Integrarse en un nuevo instituto es difícil, y más para Sarah que para sentirse aceptada se unirá a un grupo de brujas novatas. Un “Chicas malas” noventero de lolitas neo-góticas, de raras a populares para acabar medio taradas. ABRACADABRA: Practican la magia pagana Wicca. Descubre cómo volver literalmente loco al chico que te gustaba, cómo dejar calva a tu mayor enemiga o a cambiarte el color de pelo sin usar tinte alguno. Y si lo que quieres es flotar, un clásico: ligero como una pluma, rígido como una tabla (x10). PASO 2: El color negro es tu nuevo mejor amigo. Eva Ernst en “La maldición de las brujas” (1990). Adaptación de la novela de Roal Dahl en la que la hija del director John Huston es la Gran Bruja: admirada por las mujeres y deseada por los caballeros, en realidad extremadamente horrible y dedicada con pasión a dirigir un “Witch-Tea-Club”. ABRACADABRA: Convertir a todos los niños en ratones. PASO 3: Búscate a un par de amigas, ser bruja es más divertido en compañía y más fructífero si te van los pactos entre “hermanas”. Las hermanas Owens en “Prácticamente magia” (1998). Nicole Kidman y Sandra Bullock comparten la terrible maldición que azota a su familia de hechiceras: todas las mujeres del clan sufrirán la trágica muerte de los hombres de quienes se enamoren. ABRACADABRA: Enamorarse a primera vista con la empalagosa This Kiss (Faith Hill) de fondo o drogar a tu novio a base de hierbas para que te dé un descanso entre arrumaco y revolcón. PASO 4: Toda bruja tiene su corazoncito y su buen rollo, acércate a la magia blanca: amarres, amuletos, saquitos, velas y hasta jabones. ¿¡A qué demonios huele!? A incienso. Alexandra, Jane y Sukie en “Las brujas de Eastwick” (1987). Un estimulante trío de brujas formado por Cher, Michelle Pfeiffer y Susan Sarandon. ABRACADABRA: Invocar al mismísimo Jack Nicholson como Diablo. PASO 5: Además de perseguido, el Satanismo está bastante mal visto, puedes probar con la Ouija o incluso delante de un espejo. Ármate de paciencia. Salacadula-Chalchicomula-Bíbidi-Bábidi-Bu. No están todas las que son ni son todas las que están, pero sabiendo que son brujas seguro volverán (para vengarse). Mención especial a las hechiceras animadas  del castillo Disney: desde la gótica Maléfica de “La Bella Durmiente” a la venenosa Reina Grimhilde envidiosa de “Blancanieves” o la sumergida Úrsula en “La Sirenita”. Y entre lo dibujado y lo real, un aplauso para la inolvidable Angela Lansbury en “La bruja novata” (“treguna mecoides trecorum satis dee”), algo así como la hermana menos estirada de Mary Poppins. Puesto que no hay premios sin estrellas, no nos olvidemos de las a-divinas mainstream como la resabida Hermione/Emma Watson en “Harry Potter” o las novias de América y su correspondiente representación de la madrastra de “Blancanieves”: Julia Roberts como una reina con truco, colorista y caprichosa, y Charlize Theron como la malísima y pérfida Ravenna. Y para romper con el tópico de la que es bruja es fea, luces rojas y silbidos al trío de hot-witches de “Oz: Un mundo de fantasía” con Mila Kunis, Rachel Weisz y Michelle Williams. Para terminar, pongámonos serios: un minuto de silencio para esas otras “malvadas” que no lo pasaron tan bien en su carrera como magas de lo oscuro, desde Winona Ryder en “El crisol” a la más reciente Sheri Moon Zombie en la pesadillesca “Lords of Salem”. ¡Porque “bruja” debería dejar de ser un insulto desde ya! God save the witch. Asier Iturrate