No es necesario un titular ingenioso o una frase con gancho para empezar este artículo. Basta con un simple dato: un hombre ha sido asesinado. El pasado 25 de mayo, la policía de Minneapolis vejó y maltrató fisicamente a George Floyd, ciudadano afroamericano acusado de haber usado un billete falso de veinte dólares en un mercado de la comunidad de Powderhorn. Las imágenes no tardaron en inundar las redes sociales, clavándose en nuestras retinas y oídos al ver y escuchar cómo Floyd decía que no podía respirar por la rodilla del agente, Derek Chauvin, que presionaba su garganta. Floyd murió ese mismo día y su fallecimiento era certificado como asesinato.
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Otro crimen racial a manos de un policía volvía a ocupar de nuevo los telediarios de todo el mundo pero esta vez, la rabia generada por tamaña tragedia, no se hacía esperar y miles de personas se lanzaban a las calles todavía desoladas por la reciente pandemia para exigir justicia. Con el desconcierto aún presente por lo sucedido en los últimos meses y la sensación generalizada de que ninguna autoridad parece estar asumiendo sus responsabilidades, un hecho así no podía impedir el clamor popular en contra de una epidemia que lleva mucho más tiempo afectando a la sociedad: el racismo.
Las redes han ejercido un papel fundamental al ser el canal por donde se han transmitido las imágenes de este asesinato y el foco de multitud de llamamientos a la protesta y la manifestación. El mensaje divulgado ha sido claro: “Si te mantienes neutral en situaciones injustas, has elegido el bando opresor”.
Esta vez no ha bastando con manifestar la comprensión y la solidaridad a golpe del “Black Lives Matter”, se ha exigido la reacción y sobre todo, la acción. Ahí es cuando influencers e instagramers en continuo contacto con marcas y firmas de moda, han llamado la atención respecto al papel que la industria está obligado a ejercer. Desde los zoot suits de la colección de colección primavera/verano de Paul Smith en 2019, hasta los vestidos inspirados en el tejido Kente de la colección crucero 2020 de Dior, la Fashion Industry lleva años facturando millones gracias a la cultura afro-estadounidense, su estética y su moda.
Aun así, son muchas las casas de moda que ayer tiñeron su Instagram de negro, pronunciándose y dando su opinión al respecto (aunque existen grandes excepciones que permanecen calladas)... Virgil Abloh, director creativo de la línea masculina de Vuitton y del gigante del streetwear, Off-White, encendía la polémica al anunciar una donación (para algunos insignificante) de cincuenta dólares a la organización Fempower. Sus seguidores no tardaron en llamarle la atención y en destacar otro claro ejemplo de cómo la industria parece estar completamente alejada de la realidad. Él respondía así:
El blog Diet Prada también se encargaba de destacar el silencio de Kendall Jenner, una de las modelos mejor pagadas del mundo y quien en 2017 protagonizaba un criticado anuncio en donde se le podía ver entregando una lata de refrescos a un policía en plena manifestación. Horas después, el clan Kardashian mostraba su apoyo a la comunidad en las redes sociales con mensajes reivindicativos, fotos en negro y citas de grandes iconos como Martin Luther King.
Pero, ¿creéis que están moralmente obligados aquellos que viven y dirigen el mundo de la moda a manifestarse en situaciones de gravedad social? Esa gran cuestión se cierne sobre una industria claramente elitista cuya imagen privilegiada, exclusiva y, en su mayoría, formada por creativos, modelos y empresarios de raza blanca, choca con la de unos ciudadanos que actualmente se lanzan a las calles a pedir un trato digno e igualitario mientras se les rocía con gases lacrimógenos o se les encarcela.
De un sector como el de la moda, que se ha significado año tras año por alzar carísimas barreras de acceso en escuelas como Parsons o Saint Martin’s y donde el bagaje social es clave para acceder a oportunidades laborales, muchos esperan un esfuerzo triplicado a la hora de contribuir en causas sociales... Ejemplos como el de la marca de belleza Glossier, quien ha anunciado la donación de medio millón de dólares a organizaciones que luchan por erradicar las injusticias raciales en las empresas del sector, son la mejor manera de materializar los esfuerzos de una industria que solo tiene la opción de aportar y no de apartarse.
Porque la moda forma parte del panorama cultural, existe en cada camiseta y pantalón que nos ponemos y debe representar lo que sucede en estos momentos y ayudar a expresar todo lo que sentimos, fomentando un mensaje necesario y que muchos deben escuchar.
Juan Marti Serrano: @sswango
Imágenes: Instagram