Siete vanidades: los zapatos (feos) que amarás
Siete vanidades: los zapatos (feos) que amarás. Sandalias de aires ortopédicos y otros diseños imposibles vienen dispuestos a vestir nuestros pies. Una oda
Si tenéis mucha prisa y solo os habéis metido en el artículo para echar un vistazo (aunque NO deberíais iros sin leerlo hasta el final) quedaros al menos con una idea: este verano la comodidad se impone al diseño en lo que a zapatos se refiere. Ya no hará falta llevar en el bolso el "kit de emergencia" con tiritas, sprays antifricción, almohadillas y hasta manoletinas plegables. Ya no será necesario acabar la noche bailando descalza. Y tampoco correremos el riesgo de torcernos el tobillo por caminar a varios palmos del suelo. Esta temporada, las tendencias dejan a un lado los taconazos y se centran en modelos cómodos pero que no siempre entran por los ojos (al menos a la primera). Pero como hemos vivido la "revolución" contra los pantalones pitillo y ahora no podemos vivir sin ellos, probablemente caeremos en la tentación de comprar un par de esos zapatos a los que, en un principio, habíamos jurado odio eterno.
1. Hasta hace nada las clásicas sandalias alemanas Birckenstock no eran precisamente el calzado más cool del mundo. Pero esto ha cambiado (y mucho). La apuesta de firmas como Marni o Céline por reinterpretar sus diseños y elevarlas a la categoría de objeto de deseo de famosas e influencers, hará que este tipo de diseños sean los reyes absolutos del verano. Si no os lo creéis solo tenéis que echar un vistazo a las propuestas low cost. Al principio quizá os horroricen (a todos nos ha pasado) pero a fuerza de verlas en editoriales de moda, lookbooks y street style se les va cogiendo cierto cariño que termina de afianzarse cuando descubrimos lo cómodas que son. Mención especial merecen las chanclas "piscineras" de Adidas.
2. Lo de las "flatform sneackers" (o zapatillas con plataforma) ya viene de largo. Después de arrasar en los noventa y volver a nuestras vidas el pasado año regresan con fuerza esta temporada. Podemos encontrar este híbrido entre los creepers y las zapatillas de lona de toda la vida, en todo tipo de colores, estampados y materiales.
3. Cuñas "planaforma". No, no me he equivocado al escribir plataforma. Similares a las anteriores pero en versión sandalia, las clásicas cuñas que nos visitan cada temporada estival, se reinventan sin desniveles. Si conseguimos que no parezca que andamos arrastrando un sólido ladrillo en cada pie, son una buena forma de ganar centímetros sin jugarnos un esguince a cada paso que damos.
4. Los más peligrosos de la lista (aquí no hay garantía anti-tropiezos) son los mule, cuya principal característica es que son destalonados. Vienen acompañados de sus amigos los zuecos y después de desfilar en las pasarelas de Céline, Stella McCartney o Chloé llegan dispuestos a triunfar sobre el asfalto.
5. "Slip-on sneackers". Si algo está claro, es que vamos a aprender mucho vocabulario nuevo en lo que a zapatos se refiere. Las "slip-on sneackers" son una mezcla entre las slippers (pero con suele de goma) y las Victoria-Converse-Vans. ¿El diccionario Inglés-Moda-Español para cuándo?
6. Es una lástima que ya no nos valgan las cangrejeras de colores que llevábamos al río con cinco años. Tras su regreso a nuestro zapatero de la mano de 3.1 Phillip Lim (y las posteriores "inspiraciones" que desencadenó), este verano llegan más divertidas (y horteras, según se mire) que nunca. Los colores fuertes elaborados en plástico, ya sea en versión plana o con tacón, son los modelos más molones.
7. La última regresión espacio-temporal corre a cargo de las alpargatas. Hace unos meses la blogosfera ardía luciendo el modelo de Chanel y ahora, como hay que rentabilizar la inversión, seguirán acompañándonos esta temporada. Importante: en contra de lo que pueda parecer, también sirven los modelos que no tengan grabadas la ‘doble C’ más famosa de la moda.
Clara Ferrero - @clara_ferrero