que han querido homenajear sus palabras. ¡Última llamada sólo hasta el 17 de julio! Quién no se ha enamorado alguna vez... O más bien, quién no ha sufrido el latigazo cruel del desamor. Ojalá pudiéramos decir "¿yo? jamás", pero inevitablemente el ser humano está destinado a caer, o bien en las suaves y dulces manos de las relaciones correspondidas, o en un huracán descontrolado de sucesos sentimentales que terminan poniéndote del revés. En pocas palabras, esto es lo que le sucede al protagonista de la novela de Juan Arcones en "Dextrocardiaco", y este "del revés" es el centro de un argumento que ha cobrado vida (artística) en las paredes de la Factoría de Arte y Desarrollo.
David_Cata_vanidad Obra de David Cata.
Carlos_Martiel_vanidad Obra de Carlos Martiel
La dextrocardia es la patología por la que el ser humano puede nacer con el corazón en el lado derecho ("del revés"), y partiendo de una expresión que Juan utilizaba hace unos años en el mundo internauta creó "Dextrocardiaco", o lo que es lo mismo, la narración de una obsesión que comienza siendo una historia de amor de lo más normal y termina en un desgarro íntimo. Son numerosas las preguntas que nos invaden al enfrentarnos a la idea de que el que alguien no ame como tu lo haces no significa que lo haga menos simplemente diferente, y tener el corazon de un lado o de otro, más grande o más pequeño, ser hombre o mujer, del este o del oeste, tampoco a de ser concluyente.
Emilio_Rojas_vanidad Obra de Emilio Rojas
El amor (o el desamor) son abstractos como lo es el cuerpo humano y en su nombre se han creado las más grandes obras de arte, las canciones más legendarias o las películas que siempre recordaremos y en una oda a esta libertad artistas como: Carlos Martiel; Bruno Isakovic; Diego de los Reyes; Idan Bitton; David Trullo; FlanKo; Cain Q; Fernando Bayona o Juan Yuste (entre otros) le han dado voz, movimiento, expresión y un lugar dónde dormir a las palabras de "Dextrocardiaco". Una exposición comisariada por el también creador Abel Azcona que no es apta para corazones desangrados, o bueno quizás sí... Lucía Fernández Alonso (Luceral)