Esta semana visitamos la Fundación Antoni Tàpies, en Barcelona, y repasamos la obra de este gran artista moderno catalán, sus piezas más emblemáticas y algunas desconocidas. Continuamos nuestra ruta por los museos nacionales visitando en esta ocasión la Fundación Antoni Tàpies en Barcelona, uno de los museos obligados de la ciudad catalana. Entre El Parque Güell, el Tibidabo y todas las localizaciones que nos dejó Gaudi no debemos olvidarnos de este grandísimo artista que nos ha dejado Cataluña. Además de las exposiciones regulares de la fundación, hasta el 26 de octubre podremos disfrutar de algunas de las obras desconocidas del pintor desde 1940. Como se ha demostrado, con el paso del tiempo y la práctica, una mente creativa no cesa en la búsqueda de respuestas. Una de las que más se busca es la esencia del yo, la espiritualidad perdida, qué son el bien y el mal, por qué somos como somos o por qué reaccionamos de ciertas maneras. La incesante necesidad de desenredar tanta cuestión llevo a Tapiés a convertirse en uno de los principales exponentes del movimiento artístico del informalismo: convivió con el expresionismo abstracto y es otra de esas tendencias que tanto abarca que resulta complicado diferenciarla; se caracteriza por la intrusión de materia considerada no artística en las obras pictóricas, como objetos de reciclaje por ejemplo. A pesar de ser uno de los pioneros de éste movimiento, sus primeras obras están catalogadas dentro del surrealismo. En nuestra opinión hay una curiosidad que hace a este artista ligeramente más especial que algunos de sus contemporáneos, la forma en la que comenzó (más seriamente) a decantarse por el arte pictórico para expresar sus necesidades vitales. Parece ser que a la edad de 18 años, en su convalecencia por la tisis, entre fiebres, delirios, y las horas de cama, optó por rebuscar en las ideas de Nietzche, Ibsen, Wagner, Van Gogh o Picasso. Entre esos delirios la inspiración, que otros podrían buscar en las drogas, le llevó a conseguir ese estilo que posteriormente se convirtió en la característica más representativa de su obra. En esta búsqueda del yo profundo es comprensible que encontrara cierto significado en las filosofías y religiones orientales, en algunas de sus obras vemos claramente la influencia en los colores y las formas. Finalmente sus creaciones adquirieron una connotación de protesta política anti franquista que se esforzó en recordar hasta el día de su muerte. - Fecha: Desde 11 de junio de 2014 hasta 26 de octubre de 2014 - Horarios: De M a D de 10 a 19 h. L, 25 de diciembre, 1 y 6 de enero, cerrado. - Precios: 7 euros. Entrada reducida: 5,60 euros.Parados con acreditación y Amigos de la Fundación, entrada gratuita.Precios especiales para grupos de más de 15 personas, con cita previa. Lucía Fernandez Alonso (Luceral)