Este próximo domingo finaliza (bueno aún queda algún premio indie) la carrera de los premios de cine que comienza en mayo con Cannes. Los Premios de la Academia se entregarán en el Kodak Theater, habrá alfombra roja (incluida la tontería de la cámara de uñas...) y discursos más o menos preparados, chistes sobre la industria y al final de una larga ceremonia una serie de premiados que se llevan al tío Óscar a casa. Desde Vanidad vamos a jugar a hacer la quiniela de predecir (se trata más una adivinanza informada) quienes serán esos afortunados que disfrutarán más de la fiesta post-premios. Mejor Actriz Hay pocas categorías tan seguras como esta. Sí, Reese Whiterspoon impresiona en "Wild" y Meryl Streep es una institución (ya tiene 19 nominaciones en su currículo). Felicity Jones es demasiado joven y Marion Cotillard es maravillosa, pero está en una película que para la Academia no existe... Vamos, que Julianne Moore tiene todas las de ganar sin duda. No sólo es una actriz excepcional, sino que además interpreta a una enferma de Alzheimer (las enfermedades son una debilidad de la Academia). Esta es su quinta postulación y no tiene aún una estatuilla. Prepárense para verla sobre el escenario. Mejor Actor En esta categoría hay dos escuelas de pensamiento que tienen argumentos de peso. Primero descartemos a los que no tienen oportunidad. Lo sentimos Steve Carrell, Benedict Cumberbatch y Bradley Cooper. Lo sentimos porque sería milagroso que el Óscar no fuese a manos de alguno de estos dos: Michael Keaton por "Birdman" o Eddie Redmayne por "La teoría del todo". Uno de ellos interpreta a un actor fracasado que intenta volver al ruedo (alerta meta. A la Academia le encanta una buena historia de redención) y otro interpreta a un personaje real con una enfermedad degenerativa (recuerden lo de las enfermedades...). Las cartas ya están echadas y los conocedores no se ponen de acuerdo. Por nuestra parte decimos que se lo llevará Keaton. Redmayne tiene aún mucha carrera por venir y "Birdman" es la consentida de esta edición. Mejor Director Ups. Esta se pone difícil por decir lo menos. No hay Julianne Moores en esta categoría. Por un lado está el estilo de dirección discreto (y la anécdota de los 12 años de rodaje de "Boyhood") de Richard Linklater que puede terminar siendo demasiado "europeo" para la Academia. Luego está el llamativo Alejandro González Iñárritu con su truco del plano secuencia en "Birdman", típica opción más llamativa que seduce a los miembros votantes. Como tercero en discordia, aunque con menos posibilidad, está Wes Anderson con su lograda y compleja película "The Grand Budapest Hotel" que mezcla tipos de cámaras y filtros, animación cuadro por cuadro y personajes reales y que tiene influencias claras de maestros como Lubitsch o Hitchcock. La decisión más obvia (conociendo las que previamente se han tomado) es más viable que el Óscar vaya a Iñárritu. Pero no hay nada cerrado. Mejor Película Bueno, bueno, bueno. Aquí, además de las tres anteriores, se suma una cuarta contrincante: "El francotirador". "Boyhood" se ha llevado la adoración de críticos de todo el mundo. Lo mismo, en menor grado, le ha pasado a "Birdman". Y "The Grand Budapest Hotel" ha sido llamada la mejor película de Wes Anderson. Pero el drama de Clint Eastwood sobre el francotirador Chris Kile (un personaje real, el tirador más letal de la Guerra de Irak) ha ganado terreno en las últimas semanas con unas recaudaciones impresionantes de taquilla. Es cierto que la discusión sobre la política tras la película (más conservadora y pro-guerra o menos, dependiendo de las interpretaciones) pesa sobre la cinta (a la Academia no le gusta el escándalo), pero el dinero también influye en las decisiones. Y esta película ha ganado mucho. Pero si hay que elegir lo más predecible es que la estatuilla se vaya a manos de "Boyhood" o "Birdman". Obviamente hay más categorías que estas en competencia (desde aquí felicitamos de antemano a Patricia Arquette por su Óscar como Mejor Actriz Secundaria por "Boyhood"), pero nos limitamos a hablar de las más relevantes. Sólo queda no dormir el domingo para ver la ceremonia (o revisar al día siguiente quién ganó). Nerea Dolara