Con un verano entre ardiente y abrasador, con dosis más que suficientes de sol, calor, olas (de todo tipo), jornadas a 40 grados y ropa con escasos centímetros de tela, estábamos necesitando un soplo de aire fresco que nos haga soñar. ¿Qué tal si viene en forma de zapatos mágicos? Hablamos de zapatos capaces de hacer que el ardiente asfalto, los destartalados adoquines y las 8 horas de jornada laboral queden en un segundo plano. Hablamos de zapatos que nos hagan soñar, que nos conviertan en protagonistas de cuento, que nos cuenten historias, que solo les falte hablar y echarse a correr (por supuesto con nosotras encima). Estas premisas son sinónimo de los zapatos de Charlotte Olympia.
Los ingredientes de nuestros queridos tesoros son sencillos: una buena dosis de estética pin-up, una cucharada de ingenio británico, sofisticación clásica, atención meticulosa a los detalles y una pizca de fantasía . Para poner la guinda al pastel, una tela de araña dorada en la suela (referencia al libro infantil Charlote´s Web). Charlotte Olympia Dellal comenzó su marca de zapatos con sede en Londres en enero de 2008, en poco tiempo pasó a ser reconocida por medio mundo como la zapatera del glamour, de las creaciones diferentes, atrevidas y cargadas de personalidad, y hoy se alzan con el prestigioso título de Objeto de deseo de la semana. Ella sabe cómo hacernos soñar con sus esculturas (porque realmente se pueden considerar así) extravagantes y sorprendentes con una increíble capacidad de enamorar y hacer que cuando las veas no puedas dejar de mirarlas. No son simples zapatos, no son meras slippers, no son otras sandalias más, tienen algo mágico que te engancha. El mayor éxito de Dellal han sido sus adorables Kitty, las hemos visto cubriendo cientos de pies de celebrities como los de Alexa Chung, Beyoncé y Sarah Jessica Parker. Aunque para ser sinceras nos quedamos con el glamour que imprime a sus tacones, el dolor pasa a un segundo plano cuando se trata de calzarte uno de sus pares. Con influencia de Ferragamo y Elsa Schiaparelli, Charlotte Olympia crea sus extravagantes piezas en las que cada una de ellas supera a la anterior y todas crean un mundo que mezcla fantasía, estilo, juego, arte, personalidad… Dicen que cuando un hombre regala zapatos significa que te quiere, no que te desea, no que te quiere para un affaire, sino que te quiere de verdad de eso que llaman amor. Si nos regalan unos Charlotte Olympia definitivamente nos plantamos en el altar. Aunque en su defecto nos los regalamos nosotras mismas y nos declaramos amor propio y amor eterno por ellos. Ana Horcajo @anii_horcajo