Cuando empezó a presentarse al mundo como Mushkaa, la de Vilassar de Mar admitía en su primer tema que «cantaba desde casita como si fuera la sala Apolo», algo que seis meses después conseguía haciendo «sold out» con las primeras fechas de su «SexySensible Tour» y erigiéndose como una de las principales -si no la principal- responsables de que la escena catalana esté hoy más efervescente que nunca.

¿Cómo lo ha conseguido? Teniéndolo todo claro.

Mushkaa, hermana de Bad Gyal, portada de Vanidad

Jersey de Zara, pantalón de G-Star, cinturón de Ferragamo, gafas de la artista y zapatillas Air Max DN de Nike

 

MUSHKAA. Tot kla

Irma, en «Blessings» dices: «si no fuera por Didi nunca me hubiera atrevido a cantar». ¿Quién es Didi y por qué sin él no hubieras dado el paso?

Digo «Didi» pero, en general, me refiero a mi grupo de amigos de Vilassar de toda la vida, porque siempre me han animado a que sacara mi propia música. Sin embargo, recuerdo que Didi fue a quien le enseñé el primer tema que hice con Roots, «Res Kla».

Cuando lo escuchó, me ayudó mucho a confiar en mí y ver que tenía posibilidades, atreviéndome a dar el paso. 

Te han bastado poco menos de dos años para hacerte un hueco en la industria. Sin embargo, ¿cuándo empiezas a intuir que estás a punto de poder vivir de tu música?

Pues realmente creo que el boom fue hace nada. En mayo del año pasado, más o menos. Yo estaba currando en un teatro. Al principio era acomodadora, pero acabé trabajando en el bar, de taquillera… La verdad es que allí creé un grupo muy guay. Mis compañeros siempre me decían: «En nada te vas a ir de aquí porque te va a ir bien en la música…». 

Y, justo cuando salió la mixtape de «Tas Loco», me di cuenta de que la gente me estaba tomando en serio y que tenía una propuesta que interesaba.

A raíz de allí, ¿empiezas a prestarle atención a los reconocimientos y a las cifras de ventas? ¿Sueles hacerlo?

No, no, no… Creo que incluso lo hacía más cuando empecé. O sea, no hacía un tema pensando en petarlo, pero sí que me fijaba más en los números como algo positivo, no rayada. Veía un número y me alegraba, ¿sabes?

Para mí llegar a las 100.000 reproducciones en un año ya era una locura y, ahora, simplemente estoy en un punto en el que intento no mirar mucho las cifras porque quiero evitar llegar a obsesionarme. Intento que mi carrera y, sobre todo, el ir al estudio, que es con lo que más disfruto, no se condicione porque un tema ha funcionado mejor que otro. De hacerlo perdería toda su pureza…

¿Y a las críticas? ¿Te afectan? 

Siempre habrá gente a la que no le va a gustar lo que hago, por eso intento no darle mucha importancia a las críticas, tampoco a las buenas. Me intento guiar más por las energías que la gente me trasmite en un concierto, por ejemplo. 

En mi día a día, por suerte, me siento muy querida por mi «fandom», que es lo más importante, así que intento hacer mi vida sin prestar atención ni a todo lo súper bueno, ni a lo súper malo. Al final soy una persona normal que hace música y tiene la suerte de poder vivir de lo que le gusta.

Mushkaa, hermana de Bad Gyal, habla para Vanidad

Sudadera y zapatillas Air Max DN de Nike, pantalón de Coperni

 

Precisamente en una entrevista bastante reciente dices: «si hago música en catalán me van a criticar porque no la hago bien, pero si dejo de hacerla me van a criticar por hacer música en castellano». ¿Qué opinas del purismo lingüístico que sigue habiendo en algunos territorios?

Tengo mucho vértigo a no dar lo que la gente espera de mí. Es una cosa que he vivido este año. No quiero que la gente me idealice y no quiero generar unas expectativas que después no pueda alcanzar. Entonces, en este caso, cuando la gente espera que hable en catalán o lo cante de cierta manera, intento no meterme mucho en eso porque no quiero defraudar a nadie.

El catalán es mi casa, es mi cultura, es mi abuela, es mi madre, son mis amigos… pero yo no quiero ser una abanderada de la lengua ni tener esa responsabilidad con ella.

Inevitablemente, el «hype» que hay puesto sobre ti y sobre lo que hagas, debe dar algo de vértigo…

Mucho. Yo intento tocar de pies en el suelo porque actualmente todo es muy efímero. Puede que mañana diga una tontería por Twitter y ya nadie me quiera. Por eso lo mejor que puedes hacer es ir a tu bola, centrarte en lo tuyo y ya. 

La escena urbana catalana está en uno de sus mejores momentos, si no el mejor. Ya que muchos de los grupos y nombres que resuenan fuerte en ella son colegas tuyos, ¿cómo sientes que ha evolucionado Catalunya a nivel musical? 

La industria catalana está en un muy buen momento. Hay muchas propuestas y muy distintas entre sí, algo que está dando todavía más visibilidad a una escena que existía, pero a la que no se estaba dando el reconocimiento que merecía. Como dices, tengo muchos amigos que llevan tiempo remando a favor de esto y, en parte, si yo ahora puedo vivir de la música es gracias a ellos.

¿En algún momento has pensado que esto te puede llegar a limitar a la hora de llevar tu música fuera? Muchos lo piensan por el hecho de haber hecho el Gallery Session con «El disfraz»…

Lo sé, pero para nada fue una decisión premeditada. Tenía muy claro que «El disfraz» iba a ser el single de mi álbum porque es el que mejor definía la nueva etapa de mi vida, más madura, más sentimental, más introspectiva… pero dos semanas antes de sacar el álbum, me llegó esta oportunidad, así que tuve clarísimo que tenía que hacerlo con «El disfraz». 

Siento que puedo llegar a gente cantando en castellano, pero después hay algo que me distingue, que es cantar en mi lengua materna, y eso hace que Mushkaa sea guay e interesante. A mí, por ejemplo, me encanta la música en italiano y no entiendo nada (risas). 

Chaqueta, polo y zapatillas Air Max DN de Nike, pantalón de Y/Project y gorra de On sky Clothing

 

En ese «Res Kla» (2021) del que hablábamos al principio mencionas a tu hermana Greta, quien te hace los coros. Pero ella no es la única que forma parte de tu proyecto. Tu hermana Paula es tu road manager, tu madre tu manager… ¿Cómo de importante es para ti que tu gente forme parte de Mushkaa?

Lo hablaba justo hace una semana con mis amigos y creo que no sería capaz de hacer nada de lo que hago sin mi gente. He creado una dependencia increíble y, no te digo en plan humildad, pero necesito estar con los míos, sobre todo para conectar conmigo misma y no tanto con el personaje… Además, tengo a gente buena en todos los sentidos a mi alrededor. Soy una privilegiada. 

También hablas de otra de tus hermanas -quien ahora conocemos como Bad Gyal en «Bona Vida» («quiero hacer los pasos de Alba»). ¿Cómo recuerdas vivir sus inicios en casa y de qué manera consideras que ha influido en tu carrera?

Alba tiene una propuesta muy distinta a mí y a todo el mundo porque es la mejor (risas). Pero, aparte de eso, haber tenido la suerte de poder vivir mucho desde casa, a nivel mental me ha ayudado mucho a entender el éxito y a que no se me vaya la olla.

Cuando empecé a hacer música no buscaba ser Alba, ni mucho menos, pues sabía que este era un mundo bastante oscuro… pero ahora que me lo he encontrado medio de cara, siento que si no hubiese vivido lo que he vivido desde detrás, me hubiera ido peor.

También me ha ayudado a nivel industria. Por ejemplo, a mí no me la han colado con muchas cosas que a amigos míos que hacen música sí, porque no tenían ni idea de cómo funcionaba todo esto…

A estas alturas, ¿sientes que algunos todavía te etiquetan como «la hermana de Bad Gyal»?

Obviamente sé que hay gente que me conoce por ser hermana de Alba y no lo voy a esconder, ni lo voy a negar. Al revés, ¡me encanta poder tener a alguien en mi familia a quien admirar tanto! Sin embargo, siento que la chavalería ya no está para eso, porque se la suda, son más los medios… Entiendo que Alba vende mucho pero, a veces, me siento cómoda hablando con ciertos periodistas y luego me la cuelan.

Me da mucha rabia que se prioricen titulares que dicen que «si vendo entradas para mis conciertos no es por ser hermana de Bad Gyal», cuando hemos hablado de mil cosas más importantes, no para mí, sino para la gente que me sigue. No creo que lo normal sea que tu hermana sea Bad Gyal, por lo que que hay mensajes mucho más realistas de una persona de 19 años que se pueden meter en un titular para inspirar a otras.

¿Cuándo empezaste tenías miedo de que se te atribuyera esa etiqueta y de que juzgaran tu música, para bien o para mal, por ser su hermana?

Siempre habrá gente que adore a Alba y gente que la odie y me odie a mí o que me odie a mí y no odie a Alba, ¿sabes? Siento que hay gente que lo ve como algo tan guay que seamos hermanas y gente que lo ve como algo tan malo que, personalmente, creo que desde el principio he estado como en una balanza. 

Me quedo con que, por suerte, mi público ha conectado mucho conmigo y para ellos no soy la hermana ni la hija de nadie, soy Mushkaa.

Hace unos días confirmabas los rumores acerca de la posible colaboración de Alba en «SexeSexy». Cuéntame más sobre su proceso creativo. ¿Cómo lograste mantenerlo en secreto?

Todo ha sido muy orgánico. Empezó siendo un tema que hice en el estudio con Bexnil y, un día, vino Alba a grabar unas cosas, se lo enseñé y, de manera espontánea, decidió subirse. Así de fácil salió.

Es cierto que había muchos rumores y sospechas, pero yo siempre he intentado transmitir convencida que iba a ser un tema en solitario. Ha sido complicado (risas), pero al final la gente ya tiene lo que quería ¡y eso es lo más importante!

Me has dicho que una de las cosas que más agradeces es haber podido entender el éxito desde muy pequeña de una forma muy realista, sin que se te suba a la cabeza. Sin embargo, ¿notas que la fama te ha cambiado? 

Lo que siempre me ha dado más miedo es perder la ilusión que tienes al principio. Y es algo que sentí hace un tiempo y que, precisamente, me hizo hacer el álbum mucho más sensible e introspectivo. Por mucho que las oportunidades que te llegan no sean nada comparado con lo que viene después, es imposible igualar esa ilusión que uno tiene cuando empieza a hacer algo.

¡Yo me creía Dios llenando una sala de 100 personas! En cambio, ahora, hay muchas cosas que me han llegado muy rápido y, al no haber podido tener la perspectiva de admirarlas, las he normalizado. La Irma de hace un año estaría dando volteretas por ello y eso me da rabia… 

A pesar de que tus letras hablan de amor, desamor y «shorties» abiertamente, ¿crees que esta industria sigue siendo reacia a mostrar sus sentimientos, o, mejor dicho, a expresar libremente su sexualidad o es algo que ya hemos superado?

Siento que la industria puede que esté preparada, pero hay cierto público que no. Sin embargo, tengo mucha confianza en ello porque cada vez está más normalizado, ¡y más ahora que está Young Miko (risas)!

Yo te tengo que admitir que nunca he sentido cantarle a las «shorties» me estuviera frenando. Al final le canto a una tía porque me gustan las tías y es algo que me sale tan natural, sin buscar ningún propósito, que ni pensaba que podría llegar a ayudar a gente. 

Mushkaa habla de SexeSexy

Polo de Nike

 

Ahora que has lanzado tu primer álbum, «SexySensible», ¿cómo te percibes? ¿Has redescubierto algo de ti misma escuchándote a posteriori?

Cuando lo terminé, y también en el proceso, sentí que en este álbum hablo desde un punto de vista totalmente distinto al de la mixtape que saqué hace seis meses. Realmente hay muy poco tiempo de margen entre ellos, pero el álbum es mucho más íntimo y personal. 

Además, siento que, a nivel sonoro, el «SexySensible» ofrece algo bastante fresco. Hay funky, hay cumbia, hay indie, hay pop… Poder hacer algo así en catalán que suene bien y no se vea raro -porque hasta ahora hemos estado acostumbrados o a un reguetón muy comercial o a un rock con guitarras y trompetas-, mola. 

Después de venderlo todo en tu primer concierto en Madrid, ¿qué le espera a Mushkaa en los próximos meses? 

En esta gira hemos reducido bastante el número de bolos con respecto al año pasado. Hemos hecho Girona, Madrid… y estamos buscando un par de salas más, pero todavía no te lo puedo confirmar.

Lo que sí sé, es que, además de estar en varios festivales del territorio catalán, el 31 de mayo voy a estar en el Primavera Sound. ¡Me hace muchísima ilusión!

Aseguras que te gustaría ganarte tu reconocimiento haciendo música, pero terminar escribiendo para otra gente y estar tranquila. ¿Sigues viéndote así?

Totalmente. Yo siempre he estado como en segundo plano. No me gusta ser el centro de atención ni me veo con 30 años dando shows, manteniendo mi imagen y haciendo TikToks. De hecho, una profesora mía que vino a verme al concierto de Apolo, me decía que no entendía cómo podía sentirme cómoda allí arriba (risas). 

Ahora tengo 19 años, la energía para hacerlo, pero de momento -porque puede que me dé un cambio la vida-, me gustaría mucho ponerme a escribir para otros porque es con lo que más disfruto. De hecho, ya lo estoy haciendo con colegas míos de la industria que me dejan ayudarlos y es una experiencia que me flipa.

Mushkaa portada de Vanidad

Camisa y zapatillas Air Max DN de Nike, pantalón de Levi's®

 

DESCUBRE TODOS LOS CONTENIDOS DE LA TEMPORADA AL COMPLETO EN NUESTRO NÚMERO SPRING-SUMMER 2024. ¡HAZTE CON ÉL AQUÍ!

 

Texto: Anna Alarcón @_annalarcon

Fotografía: Natàlia Cornudella @natalia.cornudella

Estilismo: Berta Permanyer @bertapermanyeer

Maquillaje y peluquería: Jesús Alameda @jesus_alameda_

Asistente de fotografía: Macarena Pérez @macsph

Retoque: Cristina Farrarons @cristina.farrarons

Agradecimientos: 1º 2ª Studio @1_2studio