El Mad Cool se estrena con tres días de música en la capital que nos han dejado muy buen sabor de boca. Os lo contamos…
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El Mad Cool se estrena con tres días de música en la capital que nos han dejado muy buen sabor de boca. Os lo contamos…
Después de varios años sin un festival veraniego de varios días -a excepción de Dcode que se ha visto reducido a una única jornada-, el Mad Cool Festival se presentaba como una opción ideal para inaugurar el verano y resarcir a los melómanos de la capital con una propuesta ecléctica que abarca desde iconos de la música como The Who al rock comercial de los 90 (Garbage), jóvenes promesas ya establecidas como Tom Odell e incluso a bandas pequeñas del panorama nacional (The Nastys). Y así fuimos a disfrutarlo. Os contamos lo que allí vivimos durante las tres jornadas del Mad Cool en su flamante primera edición. Let»s rock!
JUEVES 16
El jueves, salvo que seas estudiante o te pidas el día, era complicado llegar a primera hora al festival. Sintiéndolo mucho, nos perdimos a Tom Odell, el cantante y compositor británico que con las manos al piano nos regala himnos emocionales como Another Love o el más reciente Magnetised (desde aquí hacemos un llamamiento para que le traigan de nuevo a la capital). Y bueno, aunque hubiéramos querido llegar a tiempo para esta primera cita de la tarde, no habríamos podido.
Habiendo decidido ir en coche para aparacar en el parking de la Caja Mágica, no sabemos si por el gps o por las complicadas indicaciones para el acceso, nos perdimos varias veces. Después vino el periplo para conseguir cambiar la acreditación por la pulsera. A pesar de haber dos entradas de acceso, el cambio de acreditaciones se hacía solo en una y -oh, ley de Murphy que siempre se cumple- me encontraba en la entrada contraria, tenía que hacer una larga peregrinación para poder hacer el canje mientras mis amigos ya habían cambiado su entrada por pulsera si problema. Pero, resumiendo, vayamos a la música que es lo que toca, finalmente y una hora después de haber aterridazo en la proximidades del festival, pudimos disfrutar del primer concierto: The Kills. La fuerza de la banda no se disipa por mucho que pasen los años y la energía de Alison Mosshart rasgando la guitarra y cantando al tiempo que sacudía su melena oxigenada. Sin embargo, el no vivirlo a pie de pista (no se podía acceder) nos dejó un sabor agridulce, este es el tipo de conciertos que se experimenta mejor abajo.
Lo bueno llegó con The Who. El público más dispar se mezcló frente al gran escenario: desde mayores contemporáneos de los británicos hasta niños, pasando por mods luciendo sus mejores galas, rockeros de todo tipo, indies, curiosos… Y la banda, con más de cuarenta años sobre el escenario, regalaron un concierto que ni a pedir de boda. Empezaron con grandes éxitos de sus primeros años como I can»t explain o The Kids Are Alright y por supuesto, My generation (que todos corearon) para continuar con sus temas de rock progresivo y llegar a la apoteosis con Baba O»Riley. Ahí la simbiosis con el público fue magnífica: «Don»t cry, Don»t raise your eye, It»s only teenage wasteland». Menos mal que siguen dándolo todo contradiciendo la letra de su canción más famosa (I hope I die before I get old).
Después de semejante dosis de rock, continuamos con el sonido de los 90 a cargo de Garbage. Aunque presentaban nuevo álbum (nombre), satisfacieron las ansias de sus fans tocando los temas que les hicieron famosos hace década y media, Stupid Girl, #1 Crush, Only Happy When It Rains… Shirley Manson sigue haciendo gala de su look radical (ahora el pelo es rosa y sigue vistiendo de negro y los ojos ahumados). Terminamos la primera jornada con una buena ración de baile a cargo de Hercules & Love Affair.