Crema hidratante, sérum, protección solar, contorno de ojos... Son algunos de los productos cosméticos que incluimos en nuestra rutina facial. Pero, ¿lo estamos haciendo bien? Es decir, hay una regla que dice que "el orden de los factores no altera el producto" pero en este caso debemos decir que no es aplicable.
Limpieza
El primer paso de nuestra rutina es el más importante y fundamental. La piel debe de estar limpia y libre de impurezas para comenzar el tratamiento. Así eliminaremos el exceso de sebo, polvo o pequeños restos de suciedad y la piel absorberá mejor los productos. Por esto es imprescindible un buen limpiador facial bien sea en jabón, en gel o agua micelar.
Sérum
No es imprescindible en todas las rutinas pero sí recomendable a partir de los 30. Devuelve la energía del rostro y puede cumplir varias funciones según lo necesites: luminosidad, anti-manchas, antiedad...
Contorno de ojos y labios
Hoy en día cada vez son más accesibles estos productos. El objetivo del contorno es hidratar y prevenir estas zonas más sensibles de los temidos signos de la edad y revitalizar estas zonas. Se debe aplicar en movimientos suaves y en contra de las lineas de expresión o acabarán por favorecer su aparición.
Crema hidratante
Llegamos al último paso de preparación de la piel pero no por ello el menos importante. La crema hidratante es un paso diario imprescindible. Dar con una crema que vaya con tu piel a veces puede llevarnos mucho tiempo porque no todas nos sientan igual dependiendo de si es grasa, seca, sensible... Por lo que consultar a un especialista que te asesore es esencial, y tu piel lo notará.
Lucía Pandiella - @luciapandiella
Imágenes: cortesía de las firmas y archivo