A estas alturas habrás oído y leído todo lo habido y por haber sobre la aplicación de ligoteo llamada Tinder. Quizá hasta hayas visto a alguien utilizándola mientras esperaba el autobús y si no es así, es que vives en una cueva. Realmente aplicaciones como ésta han cambiado el significado del "amor". 

Ahora todo es posible a través de una pantalla, son las relaciones 2.0. Según Sean Rad, uno de los fundadores de Tinder, en un solo día se pueden dar más de 15 millones de matches. Es decir, que ya son muchos los que utilizan esta app para encontrar a su rollete/amigovio/media naranja. Para algunos este sistema es el más apto para encontrar pareja. Y, ojo, nos parece fenomenal. Pero si eres más bien de la vieja escuela o te has dado cuenta de que te acuestas y levantas matcheando y esto empieza a ser adictivo, tedamos una guía básica (y rápida) para desengancharte de Tinder.

Contacto cero

Empecemos por el principio y sin contemplaciones. Lo primero y básico que debes hacer es borrar la app del smartphone, tablet o lo que haga falta. Es la principal ayuda para controlar tus estímulos externos, que todavía no están desenganchados... Comparémoslo con una relación tóxica. Amar no es depender, lo sabes racionalmente. Pero ahora te mereces un tiempo para experimentarlo.

Si lo dejas ganarás amigos reales

Seamos sinceros... eso de "seamos sólo amigos" en Tinder no cuela. Si realmente para lo que se creó la app fue para buscar pareja, no estás ahí para encontrar amigos. No te engañes. Cuanto antes lo reconozcas, antes lo superarás. Y, si lo deseas, te desengancharás de esta "appdicción". 

Cierras, aunque sea un poco, la puerta al stalker 

Tinder tiene muchos permisos de privacidad. Eso es así. Pero, a medida que intimas virtualmente, esas barreras van cayendo... Uno de sus derribos es la opción de vincular tus redes sociales. Por lo que si alguien contacta contigo puede comenzar a seguir (y cotillear) el tus RR.SS. Si todo va bien, bien... Pero, claro, problemón si ya has tenido tus cositas con ese "cute guy" y ya no quieres saber nada de él. Como ocurre fuera de las apps, el stalker no siempre nace; a veces se hace. Y puede que te siga atormentando por otros lugares. 

No más mensajes salidorros 

Realmente, ¿te merece la pena leer mensajes subidos de tono de gente con la que aún no sabes si eres compatible? Por más que piensen que te alegran el día, no siempre es así. Si eres de los que disfrutan con los piropos hot, mejor vete de party. Así al menos los remojas con unas copitas y podrás abandonar el edificio cuando quieras... Sin notificaciones inoportunas ;)

Aprenderás a identificar lo que no quieres

En temas un poco más profundos, aplicaciones como Tinder te ayudan a saber qué no quieres o esperas de una pareja. Ésto realmente es falso, completamente falso. ¿Quién nunca ha mentido en un perfil para ligar? Obviamente no estás conociendo a una persona, estás conociendo lo que esa persona te quiere vender. Si adornar el curriculum está de moda, como no lo van a hacer en perfiles para ligar. 

Saldrás de la rutina

Este tipo de apps son realmente adictivas (por eso estás leyendo este post). Cuando comienzas a engancharte, como cualquier adicción, se vuelve una rutina de la que es difícil salir. Llegas a casa (o incluso desde el trabajo) y necesitas checkear tus matches. Si esto está interfiriendo en tu trabajo, ya es grave. Porque, además de quitarte mucho tiempo, el porcentaje de "éxito" hace que gran parte de esas horas sean una pérdida del mismo. 

Aprenderás a identificar mentirosos 

Cuando usas Tinder identificas automáticamente a los mentirosos. Que, como en el mundo 1.0, en Tinder también hay. Y también los pillas. Ya sea porque su foto de perfil es pose o porque exageran en su descripción... O porque simplemente las conversaciones son banales y no se corresponden con su perfil. 

Intimarás de verdad 

La razón más importante que se nos ocurre si te estás planteando algo serio es que, conociendo a alguien sin una pantalla delante, podrás intimar antes. Antes y de verdad, sin falsos perfiles ni fotos retocadas.

 

Lidia Ligero: lidialu_

Imágenes: Archivo Vanidad y Giphy

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