Es marzo de 2010. El house y Tomorrowland están en tendencia y Blaise Bellville graba una sesión junto con el fundador de NTS Radio, Femi Adeyemi. Sin saberlo, habían inventado un formato que revolucionaría los DJ sets en todo el mundo. Londres, Nueva York y Berlín están entre las ciudades donde el fenómeno de Boiler Room ha dejado huella. 

Con tan solo una webcam pegada a la pared de una discoteca, la empresa de Bellville comenzó a filmar fiestas en las principales capitales, destacando la figura del DJ, quien había pasado años en segundo plano, cuando, nunca mejor dicho, los que llevaban el micrófono eran los protagonistas de los eventos. Al principio, el DJ no era enfocado por la cámara, ya que la transmisión buscaba captar principalmente la atmósfera del lugar y la esencia genuina del evento. Sin embargo, con el tiempo, la empresa creció y la figura del DJ empezó a cobrar mayor protagonismo, posicionando a Boiler Room en el lugar destacado que ocupa hoy en día.

¿A qué se debe el éxito de las Boiler Rooms?

El momento cúspide, y por el cual la empresa ha resonado tanto en los últimos meses, ha sido, sin duda, debido a la Boiler Room de Charli XCX y su viral disco «Brat», que acumula dos millones y medio de reproducciones hasta la fecha.

Pues una de las claves del éxito de la plataforma es su enfoque en crear una experiencia diferenciada. En 2010, la primera Boiler Room tuvo lugar en una sala de calderas, de ahí su nombre. Desde entonces, la marca nunca ha renunciado a su esencia y el espíritu underground de sus comienzos sigue vigente gracias a que los eventos continúan realizándose en bodegas, sótanos o fábricas abandonadas. 

Así, la empresa ha sabido abarcar diversos géneros musicales, con sesiones de hip-hop, jazz, house o grime, entre muchos otros. Junto con la gratuidad de retransmisión de sus eventos y la enorme cantidad de lugares donde se realizan, esto ha contribuido a la globalización de la marca, pero siempre manteniendo al DJ como la figura central

©Ewen Spencer 

 

En términos de moda, la empresa de Bellville tampoco se queda atrás, pues ya ha firmado colaboraciones de alto nivel con marcas como Umbro, donde ambas compañías se suben a dos de las tendencias más recientes de la ropa urbana: lo retro y las camisetas de fútbol.

Estos movimientos han ayudado a mitificar la marca, llevándola a un nuevo nivel y convirtiéndola en un icono de la cultura pop underground

Asimismo, nuestro país también ha tenido la suerte de presenciar un evento de los londinenses, que llevan dos años asociándose con Cupra y Primavera Sound con un escenario en el festival. Este espacio ha contado con nombres como Bb Trickz o la DJ venezolana Arca, una de las piezas clave del éxito de «Yeezus», cuya Boiler Room en Caracas acumula medio millón de visitas.

El madrileño Ralphie Choo también sorprendió al trepar (literalmente) por los andamios que formaban el escenario del festival catalán para presentar su reciente «Supernova». 

Desde Oceanía hasta África, todos los continentes han tenido sus propias Boiler Rooms con los nombres más reconocidos de sus respectivos panoramas locales y del panorama internacional. Skepta y su grime, Disclosure con su garage o el legendario Skrillex, se han puesto a la misma altura que su público para interpretar y pinchar las favoritas de los fans.

Así, las Boiler Rooms han logrado consolidar su posición gracias a la diferenciación de marca en un mercado sobresaturado. A través de campañas de colaboración, la gratuidad de las transmisiones y la diversidad de géneros que abordan, el público objetivo de la plataforma es muy amplio, lo que les ha permitido conseguir un gran séquito de seguidores en todo el mundo.

 

Dani Curbelo: @ssaintdanii

Imágenes: Cortesía de Boiler Room

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