Si hincar codos no es lo tuyo, tranquilo, no estás solo. Sentarse a estudiar es fácil. Basta con coger el libro que necesitas y sentarte frente a él. Pero de ahí a concentrarte y conseguir que el tiempo te cunda es otra muy diferente. Nos pasamos muchos años de nuestra vida estudiando (por no decir la vida entera) pero en ningún momento nos han enseñado cómo hacerlo. Ni en el colegio, ni en el instituto ni en la universidad. Es algo que tenemos que ir aprendiendo nosotros mediante prueba y error. Y en ocasiones, nunca damos con la manera correcta de hacerlo.
PREPARA TU ZONA DE ESTUDIO
Partamos de la base de que la organización es la clave. Si tu escritorio es un caos y está lleno de papeles, carpetas, libros, tickets, bolis y artilugios varios, mal vamos. Es hora de ordenar todo y de tirar lo que no necesites. Es esencial tener un escritorio limpio, espacioso y bien iluminado para concentrarte mejor.
ESTABLECE UN HORARIO
Preparar un horario ayuda a organizarse. Saber que tienes unas horas determinadas para estudiar porque luego tienes otra cosa que hacer, te ayuda a mentalizarte de que tienes que estudiar sí o sí. Y además, es un buen método para acostumbraste a estudiar cada día. Es una manera de crear disciplina.
ALEJA EL MÓVIL MIENTRAS ESTUDIAS
Evitar las tentaciones es fundamental. Apaga el móvil o sácalo de tu espacio de trabajo cuando te toque estudiar. Saber que hay gente que te está mandando mensajes o ojear Instagram o Facebook se vuelve demasiado tentador cuando estamos en nuestro escritorio. Pero, ¡atrás! Ahora no es el momento. El móvil puede esperar.
HAZ DESCANSOS Y COME ALGO
Está demostrado que después de un par de horas estudiando empiezas a rendir menos y la concentración decae. Antes de que te exploten los sesos, sal de tu espacio de estudio, bebe agua, come algo, despéjate. Es tremendamente importante que desconectes de tus apuntes y te distraigas con otra cosa antes de volver a sentarte. Tu cerebro también se merece un descanso.
Marina Niemietz - @marinantz