El pasado día de los enamorados veía la luz uno de los biopics más esperados del año. Sofia Coppola asumía la ardua tarea de contar la vida de Priscilla Presley o, como muchos otros la conocen, la esposa de «el rey del rock and roll».

Inspirándose en la autobiografía de la propia Priscilla titulada «Elvis and me», la directora ha llevado a cabo una película sobre su vida y, especialmente, sobre su turbulenta relación con Elvis Presley. Así, nos sumergimos en 110 minutos que cuentan la relación del matrimonio desde sus primeros encuentros en Alemania, hasta su largo noviazgo en la icónica mansión del cantante.

@sofiacoppola

 

Asimismo, y una vez más, el vestuario se convierte en un agente narrativo y es que, sin la ayuda de la ropa, contar la historia de Priscilla hubiese sido mucho más complicado...

Esencialmente, hay dos partes en la película si hablamos de vestuario. Una primera parte en la que Cailee Spaeny -que interpreta a Priscilla-, viste como una joven de 14 años en la década de los 50. Y, una segunda parte, en la que se convierte en una mujer adulta e incorpora todas las tendencias de los años 60 y 70.

PRISCILLA: un repaso por la moda de los años 50 a los 70

Primera parte: faldas midi y cintura marcada

Elvis y Priscilla se conocieron en Alemania en torno al año 1959. Ella tenía tan solo 14 años, él 24. Así comienza la película, con una niña bebiendo un batido enfundada en un clásico look de los años 50: polo blanco, cárdigan rosa pastel y una falda midi ajustada a la cintura y con estampado de cuadros.

Por esos años, resaltar la feminidad y, por tanto, la cintura de las mujeres era lo que se llevaba. Por ello, durante el tiempo que Priscilla sigue en Alemania, su estilo se resume en faldas con gran volumen que forman una silueta A.

El cinturón se convierte en el elemento clave para conseguir ese efecto de cintura estrecha y los colores pastel en los pilares básicos de sus looks.

Esta tónica acompaña a la personalidad y momento vital del personaje, es decir, son prendas que denotan que Priscilla solo era una niña inocente y, consecuentemente, vestía como tal. Seguro que recuerdas a Olivia Newton-John al comienzo de la película «Grease», pues exactamente igual vestía Priscilla antes de vivir con Elvis en Estados Unidos.

Segunda parte: cardados y vestidos cortos

Cuando Priscilla comienza a vivir en Estados Unidos en la mansión Graceland -nombre de la mítica casa que Elvis tenía en Memphis-, su estilo comienza a cambiar según las indicaciones de Elvis. Su pelo se tiñe de negro y sus peinados consisten en cardados y grandes moños en la parte superior de la cabeza.

Además, sus vestidos y faldas pasan de midis a mini y, por exigencia de Elvis, Priscilla no usa estampados. Tampoco nos podemos olvidar de los clásicos ojos delineados en negro con kohl y las largas uñas en color rojo que tanto la caracterizaron...

Su vestuario cambia por las opinión de Elvis y, también, porque deja ser una niña en casa de sus padres y se convierte en una «mujer» que sale con un hombre diez años mayor que ella, tratando aparentar más edad de la que realmente tenía.

Por otro lado, debido al cambio de década, la moda dio un giro muy vanguardista y la minifalda se convirtió en un símbolo de revolución, al igual que los vestidos baby doll o los pantalones acampanados.

En los últimos años de relación, Priscilla deja a un lado ese pelo cardado y el maquillaje excesivo para pasar a una larga melena suelta. Esto ocurre en los 70, por lo que su vestuario se centra en los pantalones acampanados y las blusas de mangas abullonadas.

Finalmente, tras su separación en 1972, podemos ver cómo Priscilla comienza a llevar la ropa y no al revés y, como la propia protagonista de esta historia escribió, deja a Elvis para «encontrar a Pricilla».

 

Alba Ramos: @alba_rr22

Imágenes: Fotogramas de la película e Instagram

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