Lo absurdo ha vuelto a la gran pantalla de la mano del director Quentin Dupieux. «Daaaaaalí!», es una película casi sin estructura, sin arcas de personaje o realmente tramas de ningún tipo, pero con un toque muy especial que la hace resaltar. Toda la experiencia, al igual que las obras surrealistas de Dalí, para bien y para mal, recuerda a un sueño.

DAAAAALÍ! vuelve a la gran pantalla

 

La película retrata los múltiples intentos de la reportera Judith Rochant de hacer un reportaje, (primero escrito y luego grabado) del gran pintor genio surrealista Salvador Dalí, sin conseguirlo, una y otra vez, durante toda la película.

En sí este es el único conflicto del film, y todos los gags o momentos satíricos giran alrededor de esta premisa. Por ejemplo:

Por fin, Judith, la reportera, tiene los suficientes recursos como para atraer a Dalí hasta la playa donde va a realizar el reportaje. Dalí llega y claro, como es un excéntrico estrafalario, pues no puede simplemente andar hasta el rincón de la playa donde van a grabarlo. Tiene que entrar, por la arena y con su coche hasta llegar a la entrevista. El coche se queda atrapado y tienen que empujarlo. Y cuando llega a donde la cámara está plantada en la arena, pues se choca contra ella, sale del coche y, al darse cuenta de que no hay una cámara disponible para grabar su entrevista, se enfada. Culpa a todo el mundo (menos a él) de la muerte de la cámara y se marcha. Dejando a la pobre reportera desesperada y con la única opción de perseguirlo, otra vez, para que pueda volver a intentarlo.

La película se divide entre estos momentos de intentos de entrevista y una larguísima conversación que tienen Dalí, Gala, su jardinero y un cura que empieza a contarles sobre un sueño que ha tenido a lo largo de una cena.

A medida que pasa la película te das cuenta de que todo, absolutamente todo lo que está ocurriendo a excepción (seguramente, aunque no tan seguramente) de la entrevista de la aparente protagonista, lo está contando este cura durante el transcurso de la cena. De manera que no sabes si toda la película es el sueño de este cura, o si es el sueño de Dalí soñando sobre el cura. O igual el sueño de la reportera soñando sobre el cura que ha tenido un sueño sobre Dalí que supongo que en realidad ha soñado el director Quentin Dupieux. ¿O igual realmente lo he soñado yo? Tampoco podría ni confirmarlo ni negarlo.

Sinceramente, toda la experiencia se siente como un sueño febril. Y no sé si esto es un cumplido o lo contrario, aunque sospecho que sí era la intención del director ¿Sabéis cuando empezáis a contarle a un amigo el gran sueño que has tenido y mediante su expresión moribunda te das cuenta de que llevas 20 minutos saltando de escena a escena sin ningún tipo de coherencia y que igual en tu cabeza sonaba mejor? «Y de repente estaba yo en mi casa y me vi a mi mismo viejo, pero el viejo estaba fijado en mí al mismo tiempo y de repente era un piano»... Esto es así.

Sí, creo honestamente que a Dalí le hubiera gustado mucho. Todos los temas principales que a él le gustaba explorar dentro de sus obras están aquí expuestos perfectamente. Nunca sabes si lo que estás viendo es real o no lo es y eso, en cierto sentido es maravilloso.

Me recuerda a una cita de David Lynch: «No sé por qué las personas esperan que el cine tenga sentido. Nadie espera que un cuadro tenga sentido, ¿no?» A lo que yo, si pudiera le respondería con un: «Señor Lynch, te quiero... Pero si tuviera que ver un cuadro durante una hora y media también esperaría que tuviera sentido en algún momento».

No esperes ver una película tradicional y desde luego no un biopic al uso. Pero si entiendes lo que es esta película, que es una exploración no de la vida de Dalí, sino de su forma de ver la vida. Llena de bromas que en su mayoría sí son muy graciosas. Y sí te gusta la obra de Dalí, pues sí, es una película disfrutable. Hay que admirar que hacer cine es algo muy caro y siempre que se permita usar el medio para experimentar me va a parecer algo muy bueno.

Si te da curiosidad algo de lo que acabas de leer, ve a verla, aunque solo sea por ver la mente de un director muy curioso describiendo la forma de pensar de otro artista más curioso aún.

 

Andrés Sánchez

Imágenes: Fotogramas de la película

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