Teníamos una ligera sospecha de que las mujeres que se dedican al arte son una bella especie aparte. Es posible que te cruces con ellas paseando por tu ciudad y, si no estás demasiado ocupado mirando la pantalla de tu Smartphone, seguro percibirás su encanto y ese
ne sais quoi que te harán girar la cabeza al pasar. Y no porque tengan aspecto de modelo o midan 1’80m sino porque las artistas ven la vida a través de su propio filtro de belleza o tormento o simplicidad o barroquismo y eso se nota. Sí, también en la ropa que visten.
Hemos hablado con algunas de las jóvenes artistas más destacadas de nuestro país. Mujeres que algún día fueron niñas que desde su más tierna edad sintieron irremediablemente la llamada del color, los pinceles, las tijeras, el papel, los lápices y la imagen y no se resistieron a la tentación. Les interesa la moda como arte y como método de expresión e identidad especialmente a través de los complementos que eligen para acompañarlas en la aventura diaria.
Su estilos son tan variados como su obras: retro, amantes de los básicos, las que solo se visten de negro o las que no pueden vivir sin color a raudales. Sin embargo, a la hora de trabajar se concentran solo en el arte y suelen vestir ropa cómoda, incluso prendas que no tienen miedo a manchar. Ya lo sabes, la próxima vez que veas a alguien con una mancha de pintura en el pantalón, quizás sea una de ellas.
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(Madrid, 1986)
Blusa y pantalón: diseñados por Lulu a Navascués / Sandalias: The 2nd Skin Co para Serena Whitehaven
Habría mil maneras bellas de definir a Lulu Figueroa, pero ella lo tiene claro, la primera siempre es “pintora”. La pintura se complementa con la moda. Lulu escribe su propio blog de moda y arte y colabora como
influencer con firmas como Louis Vuitton, Guerlain o Loewe. Sin embargo, el arte siempre ha sido su foco. Estudió Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid y ha expuesto en importantes espacios como la Galería Marlborough.
“Mi madre siempre nos llevaba a museos desde muy pequeños, los odiábamos porque no entendíamos nada pero nos decía que se lo agradeceríamos en un futuro.”
A través de su obra intenta explorar las fronteras entre ámbitos que habitualmente se considerarían de manera binaria. Le interesa principalmente la contraposición entre cultura y naturaleza. Con ello, buscar transmitir la idea de que ambos mundos se solapan y tienen más en común de lo que se cree. ¿Aún alguien cree que las
it girls son seres superficiales?
¿Cómo definirías tu estilo?
Me gusta probar cosas nuevas y arriesgar un poco. Prima la comodidad. Cada vez más, uso deportivas y vaqueros. Recurro a un estilo relajado, un poco masculino. Con los colores soy más abierta, me gustan todos, aunque de forma inconsciente tiendo al negro o al blanco.
¿Es tu ropa un método de expresión?
Por supuesto, cómo nos vestimos expresa nuestra forma de ser y nuestro estado de ánimo en ese momento. Siendo pintora poseo una visión e intuición estética desarrollada, así que es natural que ello refleje en mis atuendos. El conocimiento de la cromática, las texturas, necesariamente tiene un impacto a la hora de combinar ropa, joyas y complementos. Confío que para bien.
¿La moda es arte?
Creo que son dos disciplinas conectadas que se complementan perfectamente: ambas una expresión del estado de ánimo. Los nexos más claros son la creatividad y la estética. Además, con el postmodernismo lo que solían ser esferas divididas se entremezclan.
¿Qué marcas o diseñadores son tus favoritos?
Visto mucho de Navascués y Moisés Nieto. Son mis favoritos. Y me gustaría vestir de Teresa Helbig y Gucci.
(Madrid, 1987)
Falda: Clap Store / Zapatos: My Bluchers
Rebeca no se define como pintora sino como una forma de pintar. Su universo pictórico está formado por influencias tan variopintas como el diseño gráfico, la iconografía religiosa del siglo XVII, los dibujos animados, el director de cine Michael Haneke, el rosa chicle, las Pinturas Negras de Goya, el movimiento artístico Superflat y la copla. Por supuesto, si esta madrileña tuviese que incluir todo este inventario en su manera de vestir, parecería un caleidoscopio.
“Todo lo que hago no tendría sentido si fuera en blanco y negro o en tonos apagados.”
Sus cuadros son bastante coloridos y mucho más arriesgados que su ropa. Su vida transcurre pintando desde una terraza con vistas a los tejados de Lavapiés acompañada de galgos, gatos y su arsenal de pinturas acrílicas a la que se confiesa adicta. Actualmente, su pincel destila mujeres rosa y azules inspiradas en las femme fatal del cine negro americano y con tatuajes mareros fuera de contexto.
¿Cuándo sentiste la llamada del arte?
En mi caso, el arte siempre ha estado presente. Soy hija de pintores: mis primeros recuerdos tienen olor a barniz.
¿Cómo definirías tu estilo?
¡Cómodo! Elijo en función de la comodidad pero tampoco me asusta ser arriesgada. Me gusta mezclar prendas formales con otras más deportivas. No me dan miedo los escotes ni los brillos. Algún día me rehabilitaré de eso.
¿Qué marcas o diseñadores son tus favoritos
Me alucina Ana Locking.
¿Dirías que te interesa la moda?
Sí, sobre todo soy muy
sneaker freaker y fan de coleccionar ediciones limitadas.
(Madrid,
1981)
Gafas: Oliver Peoples / Camiseta: J Crew / Fotografía: Carmen Ruiz de Huidobro
Willy estudió arquitectura aunque siempre quiso ser ilustradora, desde pequeña. Todos los veranos, ella y su abuelo sacaban el caballete al jardín y dibujaban todo lo que veían.
“Sueño porque dibujo, no al revés.”
Willy crea ilustraciones (sobre papel o sobre vajilla) y collages para contar historias abiertas en las que intenta representar situaciones que vive día a día, ideas que se le pasan por la cabeza o cualquier cosa que le llame la atención. Su arte es espontáneo, sin demasiada planificación de composición o historia. El método cambia cuando se trata de un encargo, claro está, pero incluso entonces procura dejarse llevar para no perder su punto fresco porque pensar demasiado no funciona a la hora de crear. En sus dibujos cada vez usa más color, como si lo quitase de su ropa que suele ser de colores neutros.
¿Cuándo sentiste la llamada del arte?
Siempre he dibujado, desde muy pequeña. Mi abuelo siempre me regalaba pinturas, papel, caballetes… y me enseñó a dibujar. Cuando estudié arquitectura, dejé de dibujar. Hasta que recordé que cuando me preguntaban qué quería ser de mayor contestaba “dibujanta”. Y eso soy.
¿Te vistes de alguna manera en especial para trabajar?
Yo trabajo en mi propia casa, así que la verdad es que no me pongo una ropa especial para dibujar. Intento ir cómoda y estar presentable a pesar de que paso muchos días que ¡ni salgo! Mi regla número 1 es no trabajar en pijama.
¿Cómo definirías tu estilo?
Mi estilo… ¡Qué difícil! La verdad es que creo que soy bastante sobria, sin estridencias. Utilizo siempre colores muy neutros: mucho negro, beige, blanco y gris.
¿Qué marcas o diseñadores son tus favoritos?
Visto mucho de COS, Monki, Comptoir des Cotonniers y Finery London. Los básicos (y no tan básicos) son de Zara y H&M. Y de los grandes del diseño, mi favorita siempre ha sido Jil Sander.
(Barcelona, 1984)
Mar trabaja con papel recortado y pintado con acuarela haciendo pequeñas piezas en miniatura. Es imposible no enamorarse de sus obras y más si tienes corazón de cinéfilo. Encontrarás pequeñas representaciones de películas de Wes Anderson, La Guerra de las Galaxias o Dentro del Laberinto que no podrás olvidar. Sus dioramas surgen de sus estudios de cine y escenografía y de una insatisfacción con las dos dimensiones del papel.
“Para mi es necesario que haya una nota de color y muchas veces me gusta aportarla con los complementos.”
Para ella, no era suficiente para plasmar los espacios, que son una de sus grandes pasiones. Esta barcelonesa se inspirar, por supuesto, en películas recreando escenarios o escenas famosas pero también en ciudades donde ha viajado. Su historia, que empezó trabajando en libros infantiles a nivel nacional, ha tomado un rumbo totalmente diferente este último año en el que se ha empezado a vender su obra en San Francisco, Nueva York, Los Ángeles (y a todo el mundo desde su tienda online) y ha trabajado con clientes como Christian Louboutin.
¿Utilizas la ropa como método de expresión?
La ropa no, los complementos, sí. Con las joyas es con lo que más disfruto. Me gustan los complementos poco discretos y con mucho color: fulares con estampados, collares coloridos, anillos y pendientes grandes…
¿La moda es un arte?
Totalmente. Es un arte diseñar moda y puede ser un arte vestir y expresar con la ropa que una lleva.
¿Qué marcas o diseñadores son tus favoritos?
Normalmente visto con ropa que me es fácil encontrar en Gràcia, o en tiendas de marcas conocidas como Zara, Mango y H&M. Me gustaría evitar este tipo de tiendas y conocer más diseñadores como Susi Sweet Dress, Lady Loquita, Rollito Así y Visto Luego Existo.
¿Te interesa la moda?
Me interesa desde una perspectiva de espectadora, más bien viéndola. Aunque me fijo en la ropa que lleva la gente y estilos que me gustan, me suelo fijar muy poco en diseñadores y tiendas y soy muy poco entendida en moda.
(Madrid,
1989)
En 2010, Coco vivía en Londres y compartía sus pinturas en las redes sociales. Así, llamó la atención del director de arte de El Mundo, Rodrigo Sánchez, que le dio la oportunidad de colaborar como ilustradora. Después vinieron exposiciones en Madrid, Lisboa y Santiago de Chile y colaboraciones con Absolut Vodka, Tommy Hilfiger, Primark, DKNY, Opel, Ron Barceló y Bankinter.
“La pintura me aporta algo que nada más en el mundo me puede aportar.”
Actualmente, el trabajo de Coco Dávez se divide entre la pintura y la fotografía. Ambas están llenas de color porque, con el paso de los años, se dio cuenta que era la potencia de estos los que la hacían vibrar y lo que conectaba con su forma de ser. Sus amigos (que la conocen por Valeria Palmeiro) le dicen que viste como sus cuadros y eso no es casualidad. El color lo ha impregnado todo: desde su obra a su armario pasando por sus fotos y su estudio.
¿Te vistes de alguna manera en especial para trabajar?
Pocas veces me cambio de ropa para trabajar, a menos que la obra sea muy grande y corra el riesgo de mancharme demasiado. Ahí siempre me pongo el mono de verano o el de invierno. Sí, tengo las dos versiones. Pero, en el día a día, delantal y trapito en mano.
¿Cómo definirías tu estilo?
Colorista y figurativo con aires pop.
¿Utilizas la ropa como método de expresión?
Por supuesto, creo que para eso existe la moda. A mí, me chifla: mi universo y la ropa van casi de la mano.
¿Qué marcas o diseñadores son tus favoritos?
Adoro marcas como LoQ, Tomcsanyi, Adererror o Rouje y marcas españolas como Bimba & Lola, Lydia Delgado o Malababa.
(Madrid, 1991)
Cazadora vaquera: Acne Studios / Camiseta: Other Stories / Pantalones: Gema Sach / Zapatillas: Converse
Aunque Beatriz es graduada en Publicidad y Relaciones Públicas y ha trabajado en comunicación y gestión cultural, hace ya años que se lanzó a hacer de la fotografía su forma de vivir combinándola con sus grandes pasiones: la historia del arte y el arte contemporáneo. Estudió en EFTI y Central Saint Martins y ya ha expuesto en la Galería Kreisler y colaborado con grandes como Telva.
“Mis obras son mi vida y yo soy mi propia imagen.”
Esta madrileña utiliza la fotografía como base de todo su trabajo, bien como obra final o como material en collages digitales y analógicos. Ella vive su trabajo como un proceso de aprendizaje que se convierte, al final, en la obra misma. Le interesan especialmente la distribución arquitectónica de los espacios y la mente humana. Como artista, tiene en la ropa un método más de expresión. En su caso, además, es totalmente visible en sus obras sencillas, sobrias y sus fotos en blanco y negro como su armario.
¿La moda es un arte?
Yo no lo considero un arte como tal pero sí creo que hay grandes artistas dentro del sector. Admiro el buen diseño y las prendas y marcas con un concepto artístico definido y sincero.
¿Qué marcas o diseñadores son tus favoritos?
Mi
prêt-a-porter es de COS, Lemaire o Acne Studios. Además, me gustan Phoebe Philo, Issey Miyake y Jacquemus. Siempre llevo una pieza de Mikana, una marca que estamos lanzando las mujeres de mi familia. Mi madre diseña joyas moldeando arcilla que luego se convierten en pequeñas esculturas de plata bañadas en oro.
¿Dirías que te interesa la moda?
Me interesa como espectadora. Me inspira el buen diseño, descubrir proyectos creados por diseñadores con pasión o campañas conceptuales. Además, muchas de las imágenes que utilizo par componer mis collages son sacadas de revistas antiguas de moda.
¿Cuándo sentiste la llamada del arte?
El arte ha estado presente en mi vida gracias a un entorno que ha hecho hincapié en familiarizarme con el sector cultural y con la historia de antepasados artistas. Siempre he sabido que de alguna manera iba a participar activamente en el mundo del arte.
(Tenerife, 1984)
Vestido: Zara (modificado por ella misma)
Thani Mara es una maestra del hiperrealismo que luego combina, en sus redes sociales, con la fotografía, el estilismo y la creación de ambientes. Como buena Millennial, su obra se basa en la mezcla y ella está muy presente en la misma. Tiene un mensaje claro en su obra, que es también su filosofía de vida: “Sé fiel a ti misma sin tener ese peso detrás de si puede gustar o no. Al final, si lo que haces nace desde la pasión, se nota y es lo que genera magnetismo.” Su estética retro consigue mimetizar su manera de vestir con su obra. ¿La reconoces?
¿Cómo definirías tu estilo?
Siempre me visto según me siento pero es verdad que me atrae el estilo retro. En mi día a día, utilizo casi siempre vestidos, tanto para salir de fiesta como para ir al súper, así que si me encuentras por la calle nunca sabes muy bien a dónde voy o de dónde vengo.
¿Utilizas la ropa cómo método de expresión?
Sí, la manera de vestir habla también sobre cómo soy. Ahora estoy más calmada pero en colegio y de adolescentes siempre iba diferente a mis compañeros. En mi familia siempre me dejaron expresarme tal y como era. No tenía límites.
¿La moda es un arte?
Totalmente. Aprendí a coser cuando era niña y empecé a hacerme ropa. Era una forma más de crear, un plus a mi mundo de construir. Por eso estudié moda aunque ahora me dedique a la ilustración: me encantaba como una tela puede cambiar según qué manos la manejen.
¿Qué marcas o diseñadores son tus favoritos?
Suelo vestir ropa de tiendas de segunda mano o marcas como Urban Outfitters, Réalisation Par o Asos (compro mucho por Internet). Una de mis marcas favoritas es Gucci, estoy enamorada de sus últimas colecciones.
(Valencia, 1983)
Lo que más le interesa a María es el ser humano y sus emociones. Sobre todo, recoger en sus ilustraciones lo intuitivo y lo primitivo que todos tenemos. No solo es una artistas dibujando sino también empatizando para leer gestos y entender la psique a través de los rostros. Le fascinan los retratos y es lo que más disfruta creando. Su estilo: sincero y nervioso, descarga en sus dibujos todas los sentimientos que le transmite la obra.
“Me fascinan los básicos, creo que trabajar con formas y colores te hace querer vestir muy sencilla.”
La moda o la manera de vestir de alguien es para ella una valiosa herramienta a la hora de describir a esa persona y cita a Alex Katz como su referente en ese aspecto. Su obra ha dado la vuelta al mundo en galerías de Madrid, Porto, Barcelona, Berlín, Nueva York y Beijing y también de la mano de nombres como Coca-Cola, Smart, Reebok, El País, Vein, Neo2, Taschen, Norma o Lunwerg.
¿Cuándo sentiste la llamada del arte?
Siempre he tenido una predisposición natural hacia el arte. De niña, era híper activa y sólo paraba de moverme para dibujar. Ha formado parte de mí desde que tengo memoria y creo que es parte de lo que me define.
¿La moda es arte?
Indudablemente, es una arte aplicada.
¿Qué marcas o diseñadores son tus favoritos?
Me gustan Levi’s, Muji, COS, Kling, Ètudes, Bimba & Lola, Paloma Wool, Brandy Melville y mucho
vintage.
¿Dirías que te interesa la moda?
Sí. Sigo mucho la alta costura. Trato de ver los principales desfiles que se transmiten en
streaming. Es pura creatividad y expresión artística. Me gusta no solo ver la colección si no también la puesta en escena. Disfruto mucho de los desfiles de Gucci o Dries Van Noten.
(Zaragoza, 1991)
De Zaragoza a estudiar Bellas Artes en Cuenca a vivir su vida soñada en Madrid: este ha sido el viaje a través de geografía española de la artista Mercedes Bellido. Su trabajo está en el perfecto punto intermedio entre pintura e ilustración, compuesto por imágenes con elementos recurrentes de su imaginario personal inundado de recuerdos de infancia e influenciado por artistas surrealistas mezclados con bodegones y vanitas barrocos.
“Visto así porque soy así y así quiero que me vean los demás.”
Esta es la versión simplificada porque beber de la complejidad del trabajo de Mercedes es enamorarse a primera vista. La propia artista considera que el mensaje que transmite es una experiencia personal de cada persona que mira la pintura, que crea una nueva vida para su trabajo.
¿Cuándo sentiste la llamada del arte?
He dibujado desde que tengo memoria, así que se podría decir que desde siempre me ha llamado el arte.
¿Te vistes de alguna manera especial para trabajar?
Por lo general, cómoda y con una camiseta vieja.
¿Qué marcas o diseñadores son tus favoritos?
Visto bastante de Nike, Levi’s, Bimba & Lola, Zara… No me va mucho ir de compras, me agobia un poco. Siempre hay mucha gente y tienes que esperar.
¿Dirías que te interesa la moda?
Me interesan ciertos aspectos de la moda, sobre todo, como consumidora. No soy una entendida ni estoy muy al día del último desfile de “tal” diseñador. Cuando algo se pone de moda y me mola, lo aprovecho y si no, lo deshecho (por ejemplo, los volantes, lazos…).
Agnes Deer - @agnesdeer
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