Cuando te calzas una de esas rocambolescas y ortopédicas gafas 3D para ver (con la excusa de un hermano o un primo pequeño) la esperada combinación de Steven Spielberg y la adaptación de uno de los cómics más clásicos, exitosos y, porqué no, elegantes del último siglo, caes en sorpresa de algunos hechos factuales. "Tintín y el Secreto del Unicornio", a diferencia de lo que muchos esperan, NO es una aventura que burle realidad y animación combinándolas en sus escenas, por lo que cuando lees en los créditos iniciales el nombre de Jamie Bell, la ilusión va deshaciéndose hacia la consciencia de que finalmente no verás al actor de Billy Elliot convertido en hombre adulto, con bastante más cuerpo, cara y porte que en el film del año 2000. Spielberg se basó en su cara y en sus gestos para desarrollar técnicamente la expresión del personaje. Definitivamente Jamie, Billy o Tintín bien podrían ser las tres caras de quien podría ser el próximo niño "prodigioso" reconvertido en súper héroe al estilo Daniel Radcliffe, o incluso más acertado en sus decisiones. Por de pronto Jamie sabe rodearse bien, y también vestirse como lo hizo, cómo no, de Prada, en la première de la película en el Festival Internazionale del Film di Roma. Guapo, ¿no? Mario Ximénez ¿TE GUSTA JAMIE BELL? -EMMA ROBERTS VUELVE A DESLUMBRAR

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