Están las historias en primera persona, esa chica del barrio alto, los bares, Caroline y unos cuantos duelos terrenales en
las últimas letras de Amaral. Pero, sobre todo, está el giro hacia algo más remoto, una huida hacia tierras lejanas, paisajes helados y lugares improbables. Nos movemos con ellos en busca de esa nada y de más preguntas entre sus recuerdos, sus discos y lo salvaje.
Juan: Si tuviéramos que entrevistarnos a nosotros mismos no sabríamos qué decir. Cualquiera de las cosas que se le ocurren a quien pregunta, no nos las plantearíamos, no somos buenos en eso de analizar lo que hacemos. Recuerdo la primera vez que escuché
“Hacia lo salvaje”; vino Eva y la tocó con una acústica, más lenta, más tranquila y yo me quedé como alucinado y dije: “Me parece increíble”. “¿Y por qué te gusta?”, me preguntó. “No sé, pero me gusta mucho”, le dije. No hacemos ese análisis sobre nuestro trabajo y tampoco queremos hacerlo porque si te paras a pensar demasiado, las cosas pierden cierta cosa inconsciente, cierta magia.
¿Tenéis cada uno, más o menos, unos roles asignados a la hora de componer, tomar ciertas decisiones estéticas, construir el disco...?
Eva: La verdad es que somos un poco caóticos. Los dos hacemos un poco de todo, intercambiamos nuestros papeles continuamente.
¿Hay alguna parte de todo el proceso de trabajo de la que disfrutéis más?
Juan: La verdad es que nos gusta todo. Cuando salimos de gira a mí me encanta el hecho de despertarme cada día en una ciudad, probar sonido, tocar por las noches… Todo ese ritual.
¿Y componer entra dentro de ese ritual?
Juan: Yo me dedico a leer todo lo que pasa por mi mano. Eva sí que va viendo cualquier imagen y ya está componiendo.
Eva: Bueno, ¡no escribo porque me mareo en cualquier cosa que se mueva! No puedo ni leer ni ver una película ni hacer prácticamente nada mientras estamos de viaje. Pero voy pensando en letras que luego pongo en papel cuando llegamos.
Juan: Como decía, disfrutamos de todo, también de la grabación. Estar en el estudio metido probando cosas es como cuando eras pequeño y tenías un rompecabezas gigante, es conseguir dar forma, con muchos elementos e instrumentos, a algo que realmente nos guste.
¿Tenéis presentes vuestros primeros recuerdos musicales?
Juan: Yo me acuerdo sobre todo de las sintonías de la radio de cuando era niño, también de lo que cantaba mi madre, cosas que no recibía como “mi música”. La primera vez que sí que identifiqué algo que me estaba llegando directamente a mí, fue cuando escuche a los Who, y a los Beatles, a través de discos que tenían mis primos mayores. Los ponían a tope y yo apenas entendía las letras, pero eran más ruidosos y sentía que eran canciones que estaban dirigidas a mí.
Eva: La música que escuchaba yo eran, básicamente, los discos de mi hermana. Ella era bastante mayor que yo y tenía muchos vinilos y cassettes grabados, me acuerdo de los Beatles también, pero sobre todo de los discos de Simon and Garfunkel. También tenía un primo, José Luis, el típico primo mayor al que íbamos los primos más pequeños para que nos pusiera música y solíamos pasarnos horas y horas en su habitación. De hecho, dos de nosotros hemos salido músicos, yo y mi primo Julio, así que supongo que habrá tenido alguna influencia… (Risas).
El nuevo disco de Amaral se llama "Hacía lo salvaje". Más info, aquí.
Por Maialen Arranz.
Fotografias de Coque Bartina.
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