Ariana Grande, Childish Gambino, Tame Impala, Solagne, The 1975, J Balvin o nuestra queridísima Rosalía... Ellos son algunos de los artistazos que encabezan el cartel del Coachella 2019 pero, en un principio, la historia no pintaba así. Según ha revelado Billboard, Kanye West hubiera sido uno de los cabezas de cartel de la edición... de no haberse pasado de ambicioso.

Durante una llamada telefónica con el co-fundador del evento, Paul Tollett, el rapero exigió la construcción de una cúpula gigante situada en medio del festival para llevar a cabo su actuación. Al parecer, Coachella consideró excesiva la idea de Kanye ya que, además de implicar reorganizar todo el recinto por completo y eliminar gran parte de los baños portátiles, era logísticamente imposible de construir en solo cuatro meses. 

Según Billboard, West se enfadó al ver que no podía salirse con la suya y contestó que él es un "artista con visión" y que, por esta razón, "no debería estar perdiendo su tiempo hablando sobre baños portátiles”. Todo esto antes de colgar el teléfono bruscamente dos días antes del anuncio de la programación...

Así, en menos de 24 horas, Coachella encontró a la candidata perfecta. La cantante de Thank you, next se hizo con el papel principal de la edición y ocupó (sin que nadie lo notara) un hueco muy difícil de rellenar: el de headliner

¿Cosas de artistas? Con Kayne nunca se sabe...

Anna Alarcón: @_annalarcon

Imágenes: Instagram y Giphy

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